Sonreir es un placer

Mediterráneo, 25 de julio de 2002
SONREIR ES UN PLACER
En estos días informales y calurosos vamos a poner una chispita alegre y en lugar de comentar cualquier sesuda cuestión les voy a contar algunas simpáticas curiosidades tomadas de aquí y de allá: cuando los españoles llegaron a la tierra de Yucatán en México y le preguntaron a un indígena como se llamaba aquel lugar dijo: “Yucatán”, no sabían que significaba “no soy de aquí”. Los ingleses en Australia preguntaron por aquel animal saltarín y el nativo dijo: “kan ghu ro”, así que se quedó con canguro, que significaba “no le entiendo”. No se puede estornudar con los ojos abiertos, ni chuparse el codo, ni hacer que una vaca baje escaleras, pero si puede subirlas. Es más fácil obtener perdón que permiso. La experiencia es algo que no se obtiene hasta que se necesita. Nada es imposible para el hombre que no tiene que hacerlo por sí mismo. Si cambias de fila, la que dejas empieza a moverse más rápido que en la que te encuentras. El seguro lo cubre todo menos justo lo que te ha ocurrido. Lo que explicas clarísimamente para evitar malentendidos, alguien te entenderá mal. La gloria suele ser efímera, pero el anonimato es eterno. El teléfono siempre suena cuando estás más ocupado. Un ordenador pocas veces obedece tus órdenes. La escalera mecánica a las que vas para subir es la que baja. Si tienes suficiente dinero no tienes tiempo y si tienes suficiente tiempo no tienes ni un duro. Un diálogo no se construye con dos monólogos. Experto es aquel que sabe más sobre menos y menos, hasta que sabe absolutamente todo sobre nada y, es también el que predice mayor plazo y coste para realizar un trabajo. Si te sientes muy bien no pasa nada, ya se te pasará. La vida de una planta doméstica varía de forma inversa a su precio y de forma directa a su fealdad. Hay una asesoría legal que se anuncia diciendo: “si no tiene a quien dejar su herencia llámenos”. En San Roque murió una vaca al caer por un terraplén mientras huía del acoso sexual de un burro adquirido por el Ayuntamiento para el portal del Belén. El que ronca es el primero en quedarse dormido. El papel adhesivo se adhiere a sí mismo mejor que a cualquier otra cosa. Los únicos animales que no pueden saltar, afortunadamente, son los elefantes. El mejor vehículo todoterreno es el que te deja tirado en el lugar más lejano. ¡Esa sonrisita...!