LA
DEPRESION
Una de las
peores enfermedades que se puede sufrir es la depresión. En el mundo 350
millones de personas la sufren y
creciendo. Puede afectar a cualquier persona, con independencia de la edad,
situación económica, raza o sexo. Lo primero es darse cuenta de que se padece y
pedir ayuda. Hay diversos síntomas, tristeza, ansiedad, fatiga, poca energía,
perdida o aumento de apetito ( adelgazar o engordar), alteraciones del sueño,
llorar con frecuencia, pesimismo, culpa, irritación, baja autoestima, mal humor,
perdida de deseo sexual, problemas de concentración o para tomar decisiones,
alteraciones físicas, jaquecas, estreñimiento, disfunciones digestivas, mareos,
palpitaciones, etc. Lo peor pensamientos suicidas. Puede venir motivada por un
trauma, por causas genéticas, por una suma de factores o por nada. Afecta no
solo al enfermo, sino también a todas sus relaciones sociales, laborales,
familiares o de pareja. Hay que evitar tomar decisiones importantes en un
estado depresivo de las que luego te puedes arrepentir. Lo más importante es
que se sale de ella, requiere tiempo, voluntad y ayuda de los tuyos y de
profesionales. Los psiquiatras pueden recetar antidepresivos, aunque tardan en
hacer efecto. Y los psicólogos sesiones de psicoterapia. Con cuidado de no caer
en manos de iluminados sacaperras. Muchas cosas ayudan como el ejercicio
físico, el promover pensamientos positivos y la autoestima, buena alimentación
y descanso. Y es fundamental el cariño de los seres cercanos, apoyo emocional,
comprensión, paciencia y animo. Con el tiempo y tratamiento la depresión se
cura.
Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el
31 de octubre de 2016.