lunes, 27 de junio de 2016

LO QUE NO QUIERO

                                     LO  QUE  NO  QUIERO
No sé exactamente lo que quiero, pero si se lo que no quiero. No quiero vivir bajo un yugo comunista, igual que no querría vivir en un régimen nazi o fascista. Ni que perroflautas, antisistemas y calaña variopinta,  generalmente poco higiénica se enseñoree de las calles e imponga sus criterios antisociales. No quiero que se controle todo, un gran hermano, que mande sobre los medios de comunicación, sobre la judicatura y sobre cualquiera. Ni que solo se pueda prosperar dentro del partido, sistema o mafia que se monte. Dentro del que tienes absoluta impunidad mientras todos los demás son sospechosos de algo, de no ser de los suyos y no se merecen ninguna consideración. No me gustaría ser Venezuela, ni Cuba y ni  Irán. No quiero que se margine a las mujeres, ni a los gays, ni a nadie, y muchísimo menos que se mate a cualquiera por ser diferente. No quiero violencia, ni que me insulten cobardes muchedumbres  porque han recibido esa consigna. Ni que me digan lo que tengo que hacer y menos lo que tengo que pensar porque no soy un borrego. No quiero que me den lecciones de todo,  gente que no sabe nada, salvo mentir y manipular. Ni vivir en un sistema guerra civilista donde impere el odio y la revancha. No quiero que me frían a impuestos y me quiten lo que gano honradamente con mi trabajo y esfuerzo, para mantener una administración  gigantesca e inútil o peor para subvencionar cosas disparatadas que son , oh casualidad de sus amiguitos. Lo que si quiero es vivir en paz, en una sociedad del bienestar, democrática, tolerante y lo más culta posible. Quiero ser libre.    
Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 27 de junio de 2016


lunes, 20 de junio de 2016

VIOLENCIA SECTARIA. PUFF

                      VIOLENCIA  SECTARIA, PUFF
La violencia es el uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo y el único legitimado para usarla, con la finalidad de salvaguardar la sociedad democrática del bienestar, es el estado. Debe ser objetiva e imparcial y desde luego nunca tendenciosa, sectaria ni justificarse por motivos ideológicos. Sin embargo hay personas, partidos y movimientos que se irrogan la legitimidad para usarla en la consecución de sus fines. Y así se dedican a acosar a los contrarios, incluso en sus casas, a reventar conferencias, a asaltar capillas, a integrar piquetes, no informativos sino violentos, a agredir a la policía, a destrozar mobiliario urbano y escaparates, insultar y amenazar. Todo ello es inaceptable e injustificable. Los políticos que se denominan a sí mismos progresistas, resulta que adoptan posturas reaccionarias, por no decir totalitarias haciendo todas estas cosas. Las jalean e impulsan, les emociona ver a la gente que apalea a un guardia, reclaman la guillotina, se burlan de las víctimas del terrorismo o de los judíos, pretenden romper la cara a aquellos a los que llaman fachas, que son todos los que no piensan como ellos y aplicar la justicia proletaria ¡ que tufo tan rancio!. Paradójicamente, no aceptan y protestan si les hacen a ellos lo mismo, olvidan que toda acción tiene su reacción y que pueden embaucar a la gente temporalmente pero no siempre. Porque seremos crédulos pero no tontos. Y la política más retrograda y peligrosa es la que separa en vez de unir, la que siembra el odio en vez de hermandad.

Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 20 de Junio de 2016

lunes, 13 de junio de 2016

TELEBASURA POLITICA

                                         TELEBASURA  POLITICA

Los debates y tertulias políticas han abandonado las cámaras, congreso de diputados, senado,  autonómicas, municipales o de las diputaciones. Incluso ya no existen con carácter serio en casi ningún medio de comunicación. Que son los que han tomado el protagonismo, pero con carácter de espectáculo. Da igual el contenido, la profundidad y peso de los argumentos, la capacidad dialéctica de los intervinientes, la inteligencia, todo eso no importa ¿ qué es lo auténticamente interesante?. Pues la audiencia, que genera anunciantes e ingresos. Primero fue la telebasura amarilla  donde unos desgraciados discuten sobre la vida y miserias  de otros desgraciados. Esa porquería se ha extendido a otros sectores, entre ellos al político. Vemos debates con unos tertulianos que venden su prestigio y pierden las formas y la educación, los que la tuvieran.  Es lamentable, se trata de crear espectáculos con la divergencia, y contra más enfrentamiento  e insultos  más espectadores. Todos gritan a la vez, con lo que no se escucha nada, lo cual es mejor. Repiten lo que dicen varias veces como si eso les diera la razón. Además son recurrentes, el mismo tipo esta a primera hora en la radio, por la mañana en un canal, por la tarde en otro y por la noche más. Muchos se ganan la vida así, unos con más merito que otros. Supuestos periodistas y políticos, que son los más beneficiados, porque la tele les ha servido de plataforma, ha sido su marketing y  lo han aprovechado, consiguen que la gente no se cuestione nada, ni piense ni con raciocinio, solo que sigan al más gritón o mentiroso.

Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el día 13 de junio de 2.016.

lunes, 6 de junio de 2016

MOVILADICTO

                                                  MOVILADICTO
Es una patología, una epidemia que se contagia y se extiende rápidamente. Sus síntomas son: adicción, ansiedad, irritabilidad, tensión, estrés, falta de concentración, pérdida de apetito y de sueño, inquietud, alteraciones emocionales, bajo rendimiento escolar y laboral, fatiga, perdida de interés en compartir tiempo con la pareja o la familia o por hacer cualquier cosa que no se pueda simultanear con el uso del aparato y en general múltiples trastornos de salud. Viven en un mundo virtual, que no existe, afectando sus relaciones con personas del mundo real. A la dependencia extrema del móvil se le llama monofobia y supone un impulso incontrolable de usar el teléfono sin parar, pasa a ser una conducta repetitiva y crea adicción psicológica. Qué triste la imagen de una pareja en un restaurante, con la cabeza baja mirando el teléfono y tecleando con ainco despreciando la comida y la compañía. O que el 20% de los atropellos sean a peatones que miran la pantalla. Ese uso desenfrenado del celular, hacerlo incluso a altas horas, esa falta de educación para los que tienes al lado, esa esclavitud, esa telefonitis aguda se debe básicamente a la falta de sentido común y requiere ayuda profesional, darse cuenta del problema y querer solucionarlo. Hay que aprender cuando apagar el móvil. Hoy todos tenemos un móvil que posee un sin fin de funciones además de la clasica, internet, fotos, videos, música, etc. El uso de las nuevas tecnologías es útil si se hace de manera racional. Que tu móvil no sea tu enemigo. Desconecta de la red para conectarte a la vida.

Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el 6 de Junio de 2016

jueves, 2 de junio de 2016

FAMILIA O TRIBU

                                       FAMILIA O TRIBU
“ El concepto de familia de la cultura occidental es pobre y hay que educar y tener a los niños en común y en colectivo, por la tribu”. Lo dice una diputada de la Cup ( independista, antieuropea, comunista). Cada uno es libre de opinar lo que quiera y los demás de pensar que es estúpida y retrograda, lo de la tribu tiene miles de años y las comunas ya han demostrado su inutilidad. La familia es el grupo social primario, la principal fuente de estabilidad emocional, social y económica. En ella las personas aprenden derechos y deberes, libertades y responsabilidades. Hay muchas tipologías: monoparentales, gays, con hijos de diferentes matrimonios, adoptados, etc. Todas las que se basan en el amor están bien. Pero no se trata de fomentarlas cargándose la familia tradicional, que merece respeto y apoyo. Lo importante es tener una familia feliz, no es fácil, porque cada vez hay más familias disfuncionales y conflictivas y sus niños pueden pensar que eso es normal y sufrir trastornos de personalidad y depresión. La familia está en crisis, se rompe con excesiva alegría, por egoísmo, libertades ficticias o poca madurez y compromiso. Falta empatía, comprensión, sensibilidad, respeto, autoestima, relaciones saludables. Una familia sana debe promover el desarrollo de todos sus miembros, para lo que hace falta jerarquía y límites claros, roles definidos, comunicación abierta y fluida y capacidad de adaptación al cambio. Si tú tienes esa familia feliz disfrútala al máximo, porque no te imaginas lo que duele cuando se pierde algún miembro.
Columna publicada en el Periódico Mediterráneo el 30 de Mayo de 2016