LO QUE
NO QUIERO
No sé exactamente lo que quiero, pero si se lo que
no quiero. No quiero vivir bajo un yugo comunista, igual que no querría vivir
en un régimen nazi o fascista. Ni que perroflautas, antisistemas y calaña
variopinta, generalmente poco higiénica
se enseñoree de las calles e imponga sus criterios antisociales. No quiero que
se controle todo, un gran hermano, que mande sobre los medios de comunicación,
sobre la judicatura y sobre cualquiera. Ni que solo se pueda prosperar dentro
del partido, sistema o mafia que se monte. Dentro del que tienes absoluta
impunidad mientras todos los demás son sospechosos de algo, de no ser de los suyos
y no se merecen ninguna consideración. No me gustaría ser Venezuela, ni Cuba y
ni Irán. No quiero que se margine a las
mujeres, ni a los gays, ni a nadie, y muchísimo menos que se mate a cualquiera
por ser diferente. No quiero violencia, ni que me insulten cobardes
muchedumbres porque han recibido esa
consigna. Ni que me digan lo que tengo que hacer y menos lo que tengo que
pensar porque no soy un borrego. No quiero que me den lecciones de todo, gente que no sabe nada, salvo mentir y
manipular. Ni vivir en un sistema guerra civilista donde impere el odio y la
revancha. No quiero que me frían a impuestos y me quiten lo que gano
honradamente con mi trabajo y esfuerzo, para mantener una administración gigantesca e inútil o peor para subvencionar
cosas disparatadas que son , oh casualidad de sus amiguitos. Lo que si quiero
es vivir en paz, en una sociedad del bienestar, democrática, tolerante y lo más
culta posible. Quiero ser libre.
Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el
27 de junio de 2016