lunes, 28 de mayo de 2018


                                    MANERAS  DE  SER            
Cada persona tiene su manera de ser, pero en general las cosas se pueden hacer o sentir al menos de dos maneras. Pueden parecer lo mismo e incluso ser sinónimos, pero no lo son para nada, lo primero es más físico o corporal, lo segundo más mental o intelectual, más intenso. Así se puede : Mirar o ver. Oír o escuchar. Soportar o tolerar. Agradar o alegrar. Disfrutar o gozar. Distraer o divertir. Ganar o triunfar. Hablar o decir. Tragar o saborear. Querer o amar. Camelar o convencer. Permanecer o estar. Deglutir o degustar. Beber o catar. Husmear u oler. Alojar o acoger. Hallar o encontrar. Notar o percibir. Contemplar u observar. Sobar o acariciar. Exigir o pedir.  Alabar o admirar. Zampar o comer. Medrar o prosperar. Discriminar o distinguir. Discutir o dialogar. Colorear o pintar. Reparar o arreglar. Cavilar o pensar. Tachar o borrar. Jalear o animar. Manosear o tocar. Meditar o reflexionar. Recorrer o viajar. Cohabitar o convivir. Trepar o subir. Poseer o tener. Gozar o disfrutar. Charlar o conversar. Poner o colocar. Anunciar o comunicar. Reverenciar o respetar. Percibir o sentir. Involucrar o comprometer. Pelear o luchar. Hacer o crear. Fantasear o imaginar. Parlotear o argumentar. Sobrepasar o superar. Realizar o cumplir. Suplantar o cambiar. Discurrir o pensar. Conceder o dar. Existir o ser. Escribir o redactar. Atender o cuidar. Remediar o solucionar. Alcanzar o conseguir. Subsistir o vivir. Pregúntate si tú te encuentras entre los que se identifican con las primeras palabras o con las segundas, si tu opción es la última, enhorabuena porque sabes disfrutar y aprovechar la vida.
Artículo Publicado en el periódico Mediterráneo el 28 de Mayo de 2018

lunes, 21 de mayo de 2018

FAVORES QUE MATAN


                                    FAVORES  QUE  MATAN
Hay que ayudar a un amigo o a un ser querido, siempre que lo necesiten y si puedes hacerles un favor, pues se lo haces. Pero cuidado, porque lo mejor para él, ese apoyo, no  siempre debe ser el que te pide, si no el que realmente necesita, y estas dos cosas en ocasiones no coinciden y esa es la clave. Si eres un buen amigo y quieres tener la conciencia tranquila, es mucho más sincero, honesto y constructivo decirle la verdad que seguirle la corriente. La verdad puede ser desagradable e incluso dolorosa, a veces difícil de manifestar y más obrar en consecuencia. Pero si no es consciente de su problema, si se engaña a sí mismo y trata de hacerlo con los demás, si no reflexiona y cambia el chip, nunca la solucionara. Ejemplos evidentes son el del drogadicto o el del ludópata, que solo quieren más droga o dinero para comprarla o para apostar. Si se lo das, puedes creer que les haces un favor y es lo más fácil porque te lo suplicara, quizás te de pena y crees que así te querrá más. Nada más alejado de la realidad. La verdad es que  le estas hundiendo y llevándole a la tumba y que si algún día se recupera te lo reprochara y con razón. Puede que no seas consciente o lo hagas de buena fe, pero hay que ser tonto o corto o incluso quizás malo para no darse cuenta del mal que estas causando. Los problemas se solucionan afrontándolos, de cara y tomando las medidas que sean necesarias, que a veces serán dolorosas. Pero son las únicas que arreglarán algo, si quieres que eso sea así y no hacer que tu ser querido eche a perder su vida. Ayuda con inteligencia, no con inconsciencia.
Artículo públicado en el Periodico Mediterraneo el 21 de Mayo de 2017

lunes, 14 de mayo de 2018

PROGENITORES DE FUTBOLISTAS


                        PROGENITORES  DE  FUTBOLISTAS
Cada fin de semana miles de niños compiten con sus equipos de futbol base  con el objetivo de disfrutar, lo que es frecuente y si es posible triunfar, lo que solo ocurre muy de vez en cuando. En la banda padres, madres y los hermanos libres, animan, la mayoría con deportividad, otros sin ella. Con la experiencia que me dan muchos años de recorrido por los campos de estas tierras tras mis hijos, recomendaría unas pautas de comportamiento. Lo primero es que el futbol es un juego no una batalla, ganar esta bien, pero no es el fin último. El árbitro, aunque alguno sea malo, se supone que hace lo que puede, insultar y gritar no es lo más conveniente. El entrenador es quien dice como se juega , no los padres que no son técnicos, las ordenes cruzadas confunden al niño. La humildad es fundamental en el deporte y en la vida, y no es bueno humillar a los demás. Los hijos no nos sacarán de pobres, ser el máximo goleador,  no garantiza nada. El futbol es un juego de equipo, el pase y la asistencia son fundamentales. los goles a favor y en contra son consecuencia del trabajo del equipo, apoyar al compañero es clave  y el individualismo lleva el fracaso. El portero es uno más y no el único culpable.  El respeto  entre aficiones hace todo más fácil, el partido no es momento para sacar las frustraciones y los problemas, que se han de quedar en casa. El apretón de manos final entre los niños es la mejor jugada. En cada padre y madre está la oportunidad de servir de ejemplo en la educación de los niños. Ale a dar ejemplo.
Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 14 de Mayo de 2018
                                     

lunes, 7 de mayo de 2018

LA GRAN MENTIRA


                                      LA  GRAN  MENTIRA
Todos mentimos alguna vez, está en la esencia humana y en la vida diaria. Aunque yo siempre he pensado que con la verdad se va a todas partes. Las mentiras pueden ser de muchos tipos, mentirijillas, mentiras piadosas, sistemáticas, sociales, maliciosas, manipuladoras, hirientes, etc. La peor es la que supone un engaño no solo a los demás, sino también a uno mismo. La que empieza, va creciendo y convierte la vida toda de una persona en una gran mentira. Supone que todas sus acciones, pensamientos y creencias giren en torno a una realidad ficticia que existe en su cerebro,  llegando en ocasiones a la patología. Trastornando personalidades, que antes eran normales y autenticas, en mentirosas sistemáticas. Dañinos para su entorno y para sí mismos, con altas dosis de ansiedad, por si te pillan en un renuncio. A favor tienen la credibilidad de la que en principio gozan con sus interlocutores, que confían totalmente en ellas, porque no son conscientes de su traición. En contra su malicia. Cambiar ese comportamiento es muy difícil, porque el mentiroso siempre busca una justificación para sus actos. Según él la culpa la tienen los demás, a los que por supuesto, no cree porque como el miente cree que todos hacen los mismo que es lo normal y que la verdad, el honor, la fidelidad o la autenticidad no significan nada. Ya decía mi abuela que el que no se fía no es de fiar, suele faltarle la empatía y dominarle el egoísmo. Y aunque muchos puedan ayudarle a que se transforme, nadie lo puede lograr, salvo la voluntad de la propia persona, que tiene que decidir empezar a decir la verdad.
Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 7 de Mayo de 2018