domingo, 14 de julio de 2019

PUNSET MARX


                                               PUNSET MARX
Los políticos tienen mala fama. Unos son buenos pero otros se lo ganan a pulso, corruptos, tránsfugas, prevaricadores, nepotistas,          interesados, inútiles, malos gestores, etc. Entre ellos encontramos a Carolina Punset que de líder de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana ha pasado a trabajar para el tripartito. 50.000 euritos por ser “ Comisionada para asuntos europeos” ( que pensara Joan Calabuig) y asesora de Ximo Puig. Forma parte del grupo de parlamentarios autonómicos de su expartido, en el que también se encuentra su marido Alexis Mari, que lo abandonaron pasándose al enemigo. Claro manteniendo el escaño y el sueldo. Hoy todos ellos buscan acomodo a la sombra del poder botánico, que si paga traidores. De confundir la Generalitat con les Corts paso a ser europarlamentaria y ahora asesora, todo muy bien retribuido. Carolina consideraba a Oltra “la peor opción”, decía que donde hay inmersión lingüística se vuelve a la aldea y se frena el desarrollo y que “pobres los que no pueden pagar una escuela privada”. Comparo la señera con un trapo. De ahí ha pasado a visitar a Puigdemont en Waterloo y a esta nueva bicoca. El caso es tener un sillón cómodo,  seguir en la vida pública, bien pagada y con poco trabajo. Una evolución ideológica es posible y razonable, las experiencias de la vida y la madurez te hacen tener más amplitud de miras e incluso variar muchas opiniones, si es como proceso enriquecedor fenomenal. Si es por interés huele mal. Salvo que seas Groucho Marx que decía “ estos  son mis principios y si no les gustan tengo otros”.
Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el 15 de Julio de 2019

lunes, 8 de julio de 2019

NOU A PUNT


                                                  NOU A PUNT
La TV al estilo clásico está agonizando, la gente pone en su Smart TV, en su ordenador o en su ipad o móvil, el programa, serie, película  etc que quiere, no lo que le echan. Los tiempos han cambiado y lo que triunfan son las grandes plataformas digitales con contenidos y no los canales clásicos que tienen los días contados. A pesar de ello dirigentes obtusos se empeñan en criterios anticuados        y ruinosos. Las televisiones públicas no van más allá de un pesebre         para colocar amiguetes, publicitar al gobierno autonómico de turno, a veces hasta extremos vergonzosos y sobre todo son pozos sin fondo de gasto descontrolado. Tienen un número exagerado de trabajadores frente a canales privados y mínimas audiencias. En esta conyuntura tras el cierre de Canal 9, irrumpió A Punt, con un modelo       agotado y con una vocación partidista exagerada a la par que inútil porque ni los seguidores de los protagonistas lo siguen. Su directora Empar Marco, ex delegada de TV-3 no tenía ninguna experiencia como gestora y peor no lo ha podido hacer, 60 millones de gasto y cuantiosas pérdidas. Como será el desastre que hasta los suyos, la quieren tirar. Es imposible sintonizarla ni un ratito con interés. Menos del 1% de audiencia. Ni siquiera han revitalizado el sector audiovisual de la Comunidad como sería su obligación y solo han contratado a unos pocos validos y a muchos con carnet. Ha desperdiciado el tiempo y las ilusiones de los crédulos. Repite los mismos errores que su antecesor, derroche, servicio del poder, de la manipulación política y de los compromisos de turno.
Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 8 de julio de 2019

lunes, 1 de julio de 2019

MAS DEUDA


                                                MAS DEUDA
La Comunidad Valenciana tiene una deuda de 47.000 millones de euros, una enormidad. La segunda más alta de España, solo por detrás de Cataluña con sus disparates independentistas y la primera en comparación con el PIB el 41,6%. Bajo la gestión del pacto del Botánico, los últimos 4 años, se ha incrementado en 5000 millones. Sin duda la causa principal es la infrafinanciación que venimos sufriendo desde tiempo inmemorial con gobiernos de todos los colores que incumplen sistemáticamente sus promesas electorales. El mínimo sentido común indica que, si  siempre hay que controlar el gasto, mas en esta apurada situación pero esto  no parece estar de acuerdo con la conveniencia política. Ahora, tras convulsas negociaciones nos gobierna el Botánico II que es tripartito, ya ha entrado en el gobierno Podemos, que quiere su cacho de poder y colocar a sus afiliados. Lo lógico sería compartir lo que hay pero sale poco, así que para que nadie pierda nada, se amplía todo: consellerias, secretarias autonómicas, direcciones generales y asesores. Mucho más gasto con dinero que es de todos. Habrá que pagarlo, lo que supondrá más impuestos o más deuda. No es momento de ahogar al contribuyente ni al empresario. Se habla de mayor creación de empleo, lo que es ficticio, porque no se dice que lo crean las diferentes administraciones, no empresas privadas que en realidad han perdido número de trabajadores. Más funcionarios es más gasto. Se trata de dar imagen y de colocar a todos a corto plazo sin considerar que no se debe gastar lo que no se tiene. Porque llegará un día que ya no se podrá.
Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el 1 de julio de 2019