DE RE PAELLARIA

DE RE PAELLARIA Me encanta la paella, no la hago mal, algunos, pocos la hacen mejor, entre ellos Alfredo Burguera, dueño del restaurante la Embajada de Valencia que me ha facilitado las siguientes normas para comer nuestro plato nacional: La paella es como una caja de quesitos en porciones. Los comensales se distribuyen alrededor de forma equidistante. A cada uno le corresponde el quesito que tiene delante. El cubierto oficial es la cuchara de madera. Si se desea exprimir limón, mala señal, no debe salpicar a sus vecinos. Si el arroz esta bueno se aplaude al cocinero. Los tropezones que hay en cada sector son del titular de ese espacio. Si algo no gusta se depositará en el centro para que se lo coman otros. Las piezas de carne cuando salen de la paella no vuelven, ni por partes, ni en los huesos. Si alguien invade el espacio de otro comensal, será amonestado severamente. Si se deja la cuchara en el borde y se dice “ Estic fart, ja no puc més”, esa zona queda franca y la puede ocupar un vecino. Está prohibido girar la paella para acceder a otra zona mejor. Cuando la cuchara toca hierro, y surge el “socarrat”, cunde el nerviosismo, se puede rascar con moderación sin lanzar proyectiles. Se acaba cuando todos se retiran y ya no queda nada en la paella, señal indiscutible que estaba buena o que había mucha hambre.

ESTAFAS TELEFONICAS

ESTAFAS TELEFONICAS Se supone que las grandes compañías de cualquier sector están sujetas a un régimen de competencia y hasta existe un tribunal para ello. Los derechos de los consumidores se proclaman en infinidad de normas y parece que tenemos una serie de derechos. Pues no. La realidad es que todos van de la mano, y usan las mismas tácticas. Ellos y quienes debieran controlarlos y sancionarlos se ríen de los derechos y quejas de todo el mundo. Un ejemplo flagrante es el de las compañías telefónicas, te marean con ofertas que siempre llevan letra pequeña, te llaman constantemente a horas intespectivas personas que hablan como robots incompetentes, o prepotentes, invadiendo tu intimidad. Te obligan a estar un plazo mínimo que siempre alargan o si no te penalizan, te graban las conversaciones sin decírtelo. Altas en servicios no solicitados, facturación después de darte de baja, cobros imprevistos porque ese contrato tiene aquella salvedad que no te habían dicho, retrasos en la portabilidad o fianzas ilegales, incumplen plazos, cortan líneas y ponen a quien quieren en listados de morosos que te amargan la vida. Poner una reclamación es un calvario inútil. Se supone que hay una oficina de atención al usuario de telecomunicaciones, oficina habrá pero atención presta poca. ¿Porque ninguna autoridad pone firme a estos sinvergúenzas?.

TRABAJO

TRABAJO El artículo 23 de la Declaración Universal sobre Derechos Humanos dice: “ Toda persona tiene derecho al trabajo” y “toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana”. El artículo 35 de la Constitución Española dice “ Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio..... y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia.” El art. 40 dice: “Los poderes públicos.....realizarán una política orientada al pleno empleo”. Más de un 27% de paro, más del 57% de paro juvenil, los que valen emigran, más de 6 millones de parados y 2 millones de familias sin ningún miembro trabajando, son cifras inaceptables. El gobierno tiene muchos frentes, deuda pública, deficit, sistema financiero, pero hoy su prioridad absoluta debe ser la creación de empleo lo que más afecta a las personas, algo en lo que está fracasando estropitosamente. Y los que todavía tenemos algo en lo que trabajar esforzarnos más que nunca, para hacerlo bien, ser productivos y tanto empresarios, autónomos y asalariados sentirse orgullosos de lo que hacen y como lo hacen, más vale trabajar mucho y ganar poco, que no trabajar ni ganar.

NURIA Y DIEGO

                                                     NURIA Y DIEGO


No son pareja y seguramente ni siquiera se conocen, pero tienen algo en común y no para bien. Son jóvenes científicos muy preparados que desarrollan su labor en el extranjero. Porque su país, España, no se digna a darles una oportunidad, mejor dicho las administraciones españolas, tan torpes, con tantos fallos y desperdiciando talento Nuria Martí, científica, miembro del equipo de la Universidad de Oregón que ha clonado células de piel humana para convertirlas en células madre, llego allí despedida del centro de investigación Príncipe Felipe de Valencia, que tiene mucho nombre y poco dinero y que está desaprovechando un excelente trabajo que se ha realizado durante años para acabar en una diaspora que se podía haber evitado solo con el dinero que costó una inútil y a medio terminar Agora. Diego Martínez al que la secretaria de Estado de Investigación, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, le ha denegado un beca para volver porque la comisión de evaluación dice que está por debajo de la media. No pasaría nada si no fuera que el mismo día de la negativa recibió el premio al mejor joven físico experimental de Europa. Si hubiera vergüenza esto le costaría el puesto al ministro, al secretario y a todos los inútiles de esa comisión, porque todos ellos están por debajo de la media, vamos a nivel del suelo.