viernes, 15 de julio de 2011

CHIRINGUITOS Y COSTAS

Mediterráneo, 14 de julio de 2011
CHIRINGUITOS Y COSTAS

La pasada noche de San Juan la Dirección Provincial de Costas siguiendo las órdenes del gobierno central prohibió hogueras y concentraciones masivas en las riberas del mar, nadie hizo ni caso, claro. Y en la playita, con una buena hoguera, rodeado de amigos y manjares te da por meditar porqué no se dedican a regenerar la costa castellonense que falta le hace, porqué se permiten prospecciones petrolíferas que no solo contaminan, sino que además se cargan el paisaje, porqué se empeñan en carísimas desaladoras que se cargan la posidonia, y todo tendrá alguna explicación, aunque no se esté de acuerdo, pero el colmo de lo incomprensible es porqué se prohíben los chiringuitos playeros, que curiosamente solo son malos aquí, en Cataluña, Andalucía o Baleares, hay por doquier, de hecho un paraíso turístico como Ibiza se debe en gran medida a sus chiringuitos que te permiten tomar el sol y bañarte cómodamente, comer a gusto y tener fiesta por la noche, que es lo que quieren la inmensa mayoría de los turistas; muchos lugares costeros no tienen ninguna otra posibilidad turística y eso les da un valor añadido. Sin vecinos a los que molestar, con un grado de exigencia de salubridad y limpieza, es mejor que esos cafres que dejan la basura esparcida en la playa.
Están en todo el mundo y en casi toda España. Pero una curiosa lotería política, que dice quien no es de los míos que se fastidie, nos ha tocado. Procede llevar sombrilla, pan y mortadela de casa que como es evidente es mucho más fashion y elegante que un buen servicio, camas, balinesas o música chill out, ese sibaritismo para los demás, y si no vienen turistas mejor. Así nos va.

miércoles, 6 de julio de 2011

Banco Caja, Caja Banco

Mediterráneo, 7 de julio de 2011
BANCO CAJA, CAJA BANCO
Como dice un amigo mío “alguien hace lo que toca, se pone a trabajar y da los pasos en el camino correcto”. Se trata de la conversión de las Cajas de Ahorros, algunas con cientos de años, convenientemente agrupadas y saneadas, en bancos, cotizados en bolsa, con inversiones privadas o con la participación estatal.
Era una medida necesaria para evitar más problemas financieros de los que ya tenemos, algunas se hundieron, los resultados caían, se intentaban reformas fallidas, sobraban miles de oficinas, las exigencias de capital eran cada vez mayores. Esta nueva banca se sujetará a la disciplina del mercado, mucho más rigurosa. El gobierno corporativo se desliga del control de los políticos y se regirá por una gestión financiera profesional e independiente. Hasta ahora parecía que las Cajas no eran de nadie, ahora serán de los inversores que exigirán resultados y rentabilidad, y para ello que los que manden sean los mejores. Se ganará tamaño, las nuevas tienen más del triple de activos que las antiguas. Habrá mucha más trasparencia informativa, será más fácil financiar la previsible expansión internacional, y todo ello sin necesidad de marginar las obras sociales, que son clave para su imagen. De la velocidad y eficacia de este proceso depende que se asome el crédito que tanta falta nos hace.
Aquí tenemos lo que primero fue Caja Castellón, luego Bancaja y ahora Bankia, a la que se le exigirá que siga defendiendo los intereses de nuestra tierra, tiene unos activos de 270.000 millones de euros, tras su ampliación de capital tendrá una ratio de recursos propios de las más elevadas y los accionistas recibirán un dividendo anual del 7% y sobre todo podrá y deberá contribuir dando acceso a la financiación a particulares y empresas, que falta hace.