MASARU EMOTO
Es un japonés que
afirma que las palabras, sonidos o
pensamientos dirigidos al agua influyen en ella y que si se congela los
cristales de hielo que se forman serán bonitos, si son positivos y feos, si son
negativos, con lo que nuestra actitud influye en la estética del agua y se
supone que en su calidad y se extrapola a que si el ser humano es entre un 70 y
un 80% agua pues también influirá en nosotros. Si fuera así sería precioso y fácil.
Antes de beber se le dice algo agradable al agua y te sientes mejor. La cuestión
es que cuando congelan el agua los cristales que se forman son múltiples y
todos diversos con lo que de la misma agua se obtiene infinidad de fotos y unas
son más bonitas que otras, así que depende de las que enseñes. Sus experimentos
no son científicos y no acepta que se realicen en condiciones objetivas. Además
desarrolla intensas actividades comerciales y publicistas, vende agua a precio
de vino gran reserva, maquinas para tratarlas, libros, discos, fotos, música,
camisetas, recipientes, cosas raras y una amplia gama de productos relacionado
con el tema. Difunde el buen rollo pero también quiere forrarse, es natural. Lo
que está claro es que escuchar música
agradable u oír palabras amables nos sienta bien a todos, mucho mejor
que si nos insultan o nos machacan la cabeza con ruideras insoportables. Todo lo positivo, es
eso positivo.
Artículo publicado en
el Periódico Mediterráneo