UNA
DE LADRONES
En esta España
berlangiana en la que vivimos, hay algunos sucesos especialmente cómicos, que son difíciles de
creer, pero que acontecen de verdad. Situación que en la Comunidad Valenciana
se multiplica, quizás por nuestro carácter festero y mesinfot. Resulta que en
el museo S. Pio V, segunda pinacoteca de España tras el museo del Prado, unos
cacos entraron y robaron tres tallas de madera, y otros objetos hasta 45, que
se encontraban en el pabellón Benlliure. No fueron muy sutiles, saltaron la
valla y reventaron la puerta. No había vigilante y la cámara de vigilancia
estaba apagada por unas obras que duran años. Dicen en la Conselleria de Cultura que solo valían
1200 euros y que bueno. No se explica
que si eran tan malas estuvieran en un museo, ni porque estaban en
vitrinas, ni lo que pudiera pasar si se llevan alguna obra de primera
categoría, que hay muchas y que parece que se lo estemos ofreciendo a ladrones
especializados que lo tendrían chupado.
El hecho es una vergüenza, ante la desidia en la custodia del patrimonio común
y una ofensa ante las declaraciones de los responsables. El delito lo comete
quien roba pero también el que deja negligentemente que roben lo que custodia,
que no es suyo, es de todos y debe legarse a nuestros hijos. Como siempre no
dimite nadie, unos echan las culpas a
otros y viceversa y lo peor es que como no hay presupuesto, no se hará
nada, quizás poner un letrero : “ Sres ladrones les rogamos que roben solo lo que no vale mucho. La dirección
“. Aunque el museo no tenia director porque parece ser que no iba bien el aire
acondicionado. País.