LOS NIÑOS EN CATALUÑA
Entre los cosas más infames que hemos tenido que ver
en el golpe de Estado de algunos catalanes, está la utilización miserable que
se ha hecho de los niños. En dos aspectos fundamentales. El primero es la
colocación de los mismos como escudos humanos en los actos sediciosos en los
que se sabía que habría problemas de orden público, puesto que la policía tiene
que cumplir las órdenes judiciales y hay que ser cobarde y mal padre para poner
a tu hijo en esa tesitura. El segundo es mucho más profundo y viene de atrás,
obra del ideólogo corrupto Jordi Pujol y de los políticos españoles que
compraron sus votos y permitían su impunidad. Así, usando la educación y la
lengua en 1983, se aprobó la política lingüística que obligaba a los maestros
de EGB y BUP a reciclarse. La mayoría, no usaban con normalidad el catalán
aunque estuvieran toda su vida en Cataluña, tuvieron que exiliarse, más de
14.000 profesionales expulsados. Se fomentó el estudio de la Filología Catalana
unidireccional, imperialista, y adaptada convenientemente a sus creencias. Estos
estudiantes, que nutrieron las filas de ERC, son los que hoy manipulan a los
niños, les enseñan el odio a España y un largo rosario de mentiras históricas y
que las criaturas ya no cuestionan, porque eso les llevaría a la marginación
por sus compañeros y por sus profesores. Adoctrinamiento, con el golpe
definitivo de la inmersión lingüística. Los vídeos, que todos hemos podido ver,
de algunas clases catalanas, exigen la intervención inmediata de la fiscalía de
menores y de quien corresponda para evitar la continuidad de esta vergüenza.
Artículo publicado en el Periódico Mediterráneo el
30 de noviembre de 2017