jueves, 27 de diciembre de 2012

Apellidos


APELLIDOS

En esta vida cada uno tiene los apellidos que Dios y sus padres le han dado, el primero era el paterno y el segundo el materno, lo que nos facilita los estudios históricos, hoy como somos tan modernos se puede cambiar el orden al nacer, lo que es un poco lío.
Para muchos sus apellidos son muy importantes, es raro que todo el mundo que busque, encuentre algún noble entre sus antecesores. Hay gente, poca, con un origen nobiliario y apellidos compuestos, largos, sonoros y rimbombantes, se puede comprobar en las esquelas del ABC, pero la mayoría tenemos uno normalito. Si quieren ver la historia y significado de cualquier apellido, pueden hacerlo en internet.
Yo, Serrano y Yuste por la mamá, el paterno es bastante común y se presta al chiste del jamón. Mi Serrano parece que procede de Burgos, yo no, y que es “el que tiene destino, misión, mando y jerarquía”, no está mal, el opuesto Ruano es “el que solo tiene que obedecer y no sirve para otra cosa”, eso está peor. Hay gente con mala suerte y coinciden papá y mamá con jocoso resultado: Díaz Festivo, Folla Doblado, Culo Bonito, Ponte Alegre, Griego Enamorado, Piernabierta Zas, Coco Cuadrado, Suelta Mala, Púlpito Salido, Pere Gil, Calavera Calva, Braguita Suelta, Toro Bravo, España Sos, Lamata Feliz, Salido del Pozo, Ny Regalada, Sin Mayordomo, Marco Cool, Ternero del Toro, Cabeza Compostizo, Subirán Alatorre, Niño Garabato, Cabeza Baya, Loro Raro, Caña Corta... Y si añades el nombre: Armando Bronca Segura, Elena Nito del Bosque, Ana Macia Pajas, Juan Carlos Rey España, Eva Fina Segura, Francisco Lorín Colorado, Una Nomas Colas, Margarita Flores del Campo, Ester Colero Barato, Antón Pitón Torrón, Baltasar Pulido Rojo, Alfredo Mingo Domingo... Todos ellos, aunque no lo crean, son reales.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Copilotos


COPILOTOS

Vas conduciendo, lo haces bien, tienes el carnet un montón de años, nunca has tenido problemas especiales y apenas alguna multa por exceso de velocidad y por mal aparcamiento, pero ya no, la edad te ha hecho mucho más prudente, quizás en exceso, y no sólo tienes todos los puntos, sino que ahora te han dado más, por no cometer infracciones.
A tu lado cómodamente sentado va tu acompañante, también es buen conductor, pero coincide que ahora conduces tú. Vas despacio, el de delante para siguiendo una fila, y tu acompañante aprieta los pies contra el suelo impulsivamente tal que si frenara mientras se agarra a la manecilla y pone cara de pánico como si el choque fuera inminente, te haces el sueco para no discutir.
Doblas por una travesía, y aquí empieza la conversación: -Casi nos damos ¿eh?. -Pero qué dices, si estaba a tres metros. -¿Por qué no has puesto el intermitente?. -Pues porque no viene nadie detrás. -Sí pero hay que ponerlo. -Bueno lo pondré la próxima vez. -Vas muy rápido ¿no?. -Pero si voy a 50. -Pues parece mucho, no corras.
Pasa un rato, te fijas en algo que ocurre fuera y sigue la monserga: -Mira para adelante, que siempre estás mirando a los lados y vamos a tener un accidente. -Vale. -Pon las dos manos en el volante. No se te ocurra pasar el semáforo en naranja. No cambies la música que ya lo hago yo. Respeta las señales, no te distraigas, bla, bla, bla, bla.
La solución no es tragar, ni montar en cólera. Para el coche, correctamente claro, te bajas y que conduzca él, tú a descansar, ver el panorama o leer el periódico y a poner tu música favorita. Pero entonces no seas mezquino y quieras vengarte con la misma matraca. Sé comprensivo, cada uno tiene sus manías, y a vivir.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Cal Paradís auténtico


CAL PARADÍS AUTÉNTICO

Comer bien es un placer, no necesariamente productos caros, sino los adecuados, elaborados con amor y degustados con tranquilidad, disfrutando de cada bocado. Lo podemos conseguir en algunos sitios cercanos, uno de ellos es Cal Paradís en Vall d’Alba.
Nominado para estrella Michelín, será la primera de Castellón, recomendado por la guía Repsol y premiado por doquier, es uno de los mejores restaurantes de la Comunidad Valenciana.
La palabra clave es auténtico, lo es en todas las facetas que un templo gastronómico debe ofrecer. El local acogedor con una generosa separación entre mesas y con reservados para que te sientas como en el comedor de tu casa. El servicio en sala mejor que profesional, más que amable, complaciente y más que cariñoso, familiar. La relación calidad-precio, hoy fundamental, es muy satisfactoria. La cocina, clave, mezcla equilibradamente tradición y modernidad, en el grado justo para no ser aburrida ni extravagante, con el mejor producto, alguno cultivado por ellos, de temporada y de la zona, con una raíz tradicional a la que se incorporan técnicas y elaboraciones innovadoras, imaginativas y creativas.
El alma son Miguel Barrera, un superdotado de los fogones, y Ángela Ribes, que proclaman su filosofía: “nuestra satisfacción es total cuando conseguimos trasmitir en los platos todos nuestros sentimientos”. Hace unos años trasformaron su local de siempre en el restaurante de referencia que hoy es, con ilusión y esfuerzo. El éxito no se les ha subido a la cabeza, van a la suya con sencillez, trabajan con el corazón y eso se nota. Buscan tu felicidad y con ella la suya. Son auténticos. Disfruta con ellos, merece la pena.

viernes, 7 de diciembre de 2012

El beodo


EL BEODO

Esta historia ocurrió en la primera notaría servida por un joven notario con ninguna experiencia y mucho ánimo, como el pueblo no era grande ni los clientes numerosos, atendía personalmente a todos y aprendía la psicología y la mano izquierda que no le había enseñado la facultad ni la oposición.
Había unos conocidos empresarios que no atravesaban su mejor época, estaban medio quebrados y encargaron la preparación de la escritura de venta de su empresa por un precio excesivamente bueno, acompañado de subrogación en los tropecientos créditos que los acosaban, avales, y en fin, una operación compleja y buena económicamente, así que la trabajó con gran entusiasmo y estudio, redactó la escritura y quedó una tarde con los alegres vendedores y aquel comprador chollo, que extrañamente no había intervenido en el proceso de redacción, ni él, ni sus abogados, ni su banco.
A la hora prevista, el notario recibe a sus clientes, venían de comer, habían comido y bebido, pero bebido mucho, de modo que el comprador estaba con una borrachera de campeonato.
Los compradores quieren firmar, el hombre no se tenía en pie, se les explica que primero hay que identificar a los otorgantes, leer la escritura y si todo está bien firmar, y evidentemente aquel hombre en ese momento carecía de capacidad, eso no podía ser. A todo esto el borracho se reía espasmódicamente y decía a grandes gritos: ¡Que sí, que sí, que ya lo sé todo, a firmar, a firmar todos, Viva! Al final lógicamente el notario se negó a autorizar algo ilegal, se quedó con el trabajo hecho para nada. Los vendedores se enfadaron. Al menos el “bufao” no vomitó en el despacho, pero le vino justo, porque nada más salir a la calle... ya saben.