FALSOS PROGRESISTAS
Progresista es el que
tiene ideas y actitudes avanzadas, además de un partido político histórico español
del sector más radical del liberalismo. Hoy en día dentro de la demagogia y
confusión de términos que nos invade, algunos se han adueñado de este término
para dar buena imagen y tener una superioridad moral que todo lo justifique. Pero
hay mucha, mucha falsedad. Da risa que los comunistas causantes de millones de
muertes y supresores de la libertad se denominen así. No es progresista apoyar
republicas bananeras, ni causar crisis económicas o despilfarrar en falsas
subvenciones. Ni freír a impuestos a las clases medias. Ni imponer unas ideas
como lo políticamente correcto y que todos tengan que comportarse igual. Ni una
política irracional de inmigración. Ni un estatalismo abrumador que se basa en
prohibiciones. Ni impedir la elección de colegio u hospital. Ni los botellones
descontrolados que llenan todo de basura. Ni obligar al uso de la bicicleta, marginando
a las personas con discapacidad y colapsando la circulación. Ni abrir heridas de
guerras pasadas hace decenas de años, mientras se blanquea a terroristas y
asesinos recientes. Ni impedir que nadie exprese sus opiniones cualesquiera que
estas sean. Ni, sin haber hecho nada en la vida, criticar falazmente a quien ha
triunfado gracias a su esfuerzo. Ni manipular medios de comunicación. Ni ir
vestido como un guarro o no ducharse. Esos son intolerantes y reaccionarios hipócritas.
El autentico progresismo liberal es protector de las libertades públicas y
genera riqueza y bienestar.
Artículo publicado en
el periódico Mediterráneo el 24 de junio de 2019