jueves, 25 de julio de 2013

DE RE PAELLARIA

DE RE PAELLARIA Me encanta la paella, no la hago mal, algunos, pocos la hacen mejor, entre ellos Alfredo Burguera, dueño del restaurante la Embajada de Valencia que me ha facilitado las siguientes normas para comer nuestro plato nacional: La paella es como una caja de quesitos en porciones. Los comensales se distribuyen alrededor de forma equidistante. A cada uno le corresponde el quesito que tiene delante. El cubierto oficial es la cuchara de madera. Si se desea exprimir limón, mala señal, no debe salpicar a sus vecinos. Si el arroz esta bueno se aplaude al cocinero. Los tropezones que hay en cada sector son del titular de ese espacio. Si algo no gusta se depositará en el centro para que se lo coman otros. Las piezas de carne cuando salen de la paella no vuelven, ni por partes, ni en los huesos. Si alguien invade el espacio de otro comensal, será amonestado severamente. Si se deja la cuchara en el borde y se dice “ Estic fart, ja no puc més”, esa zona queda franca y la puede ocupar un vecino. Está prohibido girar la paella para acceder a otra zona mejor. Cuando la cuchara toca hierro, y surge el “socarrat”, cunde el nerviosismo, se puede rascar con moderación sin lanzar proyectiles. Se acaba cuando todos se retiran y ya no queda nada en la paella, señal indiscutible que estaba buena o que había mucha hambre.

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