lunes, 8 de julio de 2019

NOU A PUNT


                                                  NOU A PUNT
La TV al estilo clásico está agonizando, la gente pone en su Smart TV, en su ordenador o en su ipad o móvil, el programa, serie, película  etc que quiere, no lo que le echan. Los tiempos han cambiado y lo que triunfan son las grandes plataformas digitales con contenidos y no los canales clásicos que tienen los días contados. A pesar de ello dirigentes obtusos se empeñan en criterios anticuados        y ruinosos. Las televisiones públicas no van más allá de un pesebre         para colocar amiguetes, publicitar al gobierno autonómico de turno, a veces hasta extremos vergonzosos y sobre todo son pozos sin fondo de gasto descontrolado. Tienen un número exagerado de trabajadores frente a canales privados y mínimas audiencias. En esta conyuntura tras el cierre de Canal 9, irrumpió A Punt, con un modelo       agotado y con una vocación partidista exagerada a la par que inútil porque ni los seguidores de los protagonistas lo siguen. Su directora Empar Marco, ex delegada de TV-3 no tenía ninguna experiencia como gestora y peor no lo ha podido hacer, 60 millones de gasto y cuantiosas pérdidas. Como será el desastre que hasta los suyos, la quieren tirar. Es imposible sintonizarla ni un ratito con interés. Menos del 1% de audiencia. Ni siquiera han revitalizado el sector audiovisual de la Comunidad como sería su obligación y solo han contratado a unos pocos validos y a muchos con carnet. Ha desperdiciado el tiempo y las ilusiones de los crédulos. Repite los mismos errores que su antecesor, derroche, servicio del poder, de la manipulación política y de los compromisos de turno.
Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 8 de julio de 2019

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