lunes, 20 de junio de 2016

VIOLENCIA SECTARIA. PUFF

                      VIOLENCIA  SECTARIA, PUFF
La violencia es el uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo y el único legitimado para usarla, con la finalidad de salvaguardar la sociedad democrática del bienestar, es el estado. Debe ser objetiva e imparcial y desde luego nunca tendenciosa, sectaria ni justificarse por motivos ideológicos. Sin embargo hay personas, partidos y movimientos que se irrogan la legitimidad para usarla en la consecución de sus fines. Y así se dedican a acosar a los contrarios, incluso en sus casas, a reventar conferencias, a asaltar capillas, a integrar piquetes, no informativos sino violentos, a agredir a la policía, a destrozar mobiliario urbano y escaparates, insultar y amenazar. Todo ello es inaceptable e injustificable. Los políticos que se denominan a sí mismos progresistas, resulta que adoptan posturas reaccionarias, por no decir totalitarias haciendo todas estas cosas. Las jalean e impulsan, les emociona ver a la gente que apalea a un guardia, reclaman la guillotina, se burlan de las víctimas del terrorismo o de los judíos, pretenden romper la cara a aquellos a los que llaman fachas, que son todos los que no piensan como ellos y aplicar la justicia proletaria ¡ que tufo tan rancio!. Paradójicamente, no aceptan y protestan si les hacen a ellos lo mismo, olvidan que toda acción tiene su reacción y que pueden embaucar a la gente temporalmente pero no siempre. Porque seremos crédulos pero no tontos. Y la política más retrograda y peligrosa es la que separa en vez de unir, la que siembra el odio en vez de hermandad.

Artículo publicado en el periódico Mediterráneo el 20 de Junio de 2016

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