Peñíscola

Mediterráneo, 29 de mayo de 2003
PEÑISCOLA
La imagen de toda la provincia de Castellón que mas se repite como reclamo turístico es la de Peñiscola con sus casas blancas protegidas por unas monumentales murallas medievales rodeando el castillo del siglo XIV que fue residencia de Benedicto XIII, del que toma el nombre “Papa Luna” todo ello en una pintoresca península que se eleva hasta 70 m. sobre el nivel del mar.
En mi infancia estuve visitando el castillo y fue algo inolvidable, la imaginación mezclaba luchas contra los barcos enemigos y torneos medievales, Reyes y Papas con tristes prisioneros andrajosos, batallas, cañonazos y choque de espadas, después he vuelto muchas veces pero la fantasía decrece de modo proporcional a la edad.
Hoy Peñiscola es mucho mas que una fantasía, es un destino turístico de primer orden probablemente el mas internacional de los que tenemos por estos lares donde además de tener playas de fina arena, agua cristalina y sol a raudales, se trabaja en diversos frentes: el hostelero donde la oferta no deja de crecer desde la histórica Hostería del Mar hasta el vanguardista Peñiscola Palace; el urbanístico regenerando la playa norte, prolongando el Paseo Marítimo y con una planificación urbana moderna que apuesta por la calidad de vida y especialmente el frente cultural con eventos significativos como el festival de cine de comedia o el de música antigua y barroca o los ciclos de teatro; el futuro llega con nuevas dotaciones como el Palacio de Congresos, los campos de golf, el puerto deportivo o el aeropuerto.
Otras posibilidades son bañarse en la costa sur con sus calas y acantilados, disfrutar de un animado ambiente nocturno, subirse a una golondrina y ver el castillo desde el mar, o degustar su excelente comida: un pescado de primera, dátiles, langostinos, cigalas, caixetes, mejillones, etc, que junto con el all i pebre de rape o pulpito, o el suquet de peix nos asegura un yantar de primera. ¿Quién da más?.