Mediterráneo, 8 de mayo de 2003
MAS DE MADALENA
Que pena, se acabaron los puentes, vacaciones y repuentes que nos han alegrado estos últimos meses, pero pronto llegara el veranito, y en tiempo de ocio, un viaje siempre es agradable, no hace falta irse muy lejos, a veces tenemos cerca cosas muy buenas que desconocemos por pura dejadez, el interior de Castellón es un magnifico ejemplo, la agreste naturaleza, la belleza de sus pueblos, su cultura y sus tradiciones nos ofrecen una alternativa muy interesante, por doquier encontrarnos encantadores hoteles rurales, dotados de su propia personalidad, para pasar unos días a gusto. Tenemos la segunda provincia mas montañosa de España con el techo de la Comunidad Valenciana que es Penyagolosa y sus 1813 metros de altura, en la falda de esta montaña mágica encontramos uno de estos privilegiados refugios el Mas de Madalena inmerso en L’Alcalaten. Sus propietarios Tico Navarro y Agedita Marin- Buck convirtieron su refugio particular en un lugar abierto a todos, con valor e ilusión iniciaron la aventura turística, donde han logrado triunfar. Sus cinco estancias, son de verdadero lujo, pero no del impersonal de grandes cadenas, sino del exclusivo y familiar que es el que vale, te sientes como en casa, mas un invitado o incluso un familiar que un huésped, existen numerosa rutas para disfrutar de la fauna y flora de la zona o descubrir viejas masías cargadas de historias. Las estancia se ameniza con las tertulias con los anfitriones en el jardín o al calorcito de la chimenea o las partidas de billar o de guiñote. La capilla o la escultura del hombre sentado que preside la entrada le dotan de mas caracter si cabe.
La comida merece un capitulo aparte, siguiendo las enseñanzas de la abuela Vicentica, han conseguido un punto de calidad y mestizaje que ya quisieran algunos afamados restaurantes, los pimientos caramelizados insuperables, es irremediable salir con unos kilos de mas. En conclusión que gozada de sitio.
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