Rapa Nui

Mediterráneo, 24 de abril de 2003
RAPA NUI
Todo el mundo tiene su isla perdida, un lugar donde estar tranquilos y felices; para unos es un hotel, su villa, su despacho de casa o simplemente su sillón, algunos van mas allá a buscar una isla de verdad, hay quien encuentra su ideal muy pronto o quien tras toda la vida no ha podido disfrutarlo. Un sitio para buscar seria la Polinesia grupo de cientos de islas en el Océano Pacifico que sugiere exotismo, playas blancas y aguas trasparentes.
Entre ellas hay una especial, mi isla perdida a 4000Km de la tierra mas cercana, un pedazo de terreno de 180 Km cuadrados y 3000 habitantes, con un clima semi-tropical, magia pura, es la isla de Pascua o Rapa Nui, con una de las civilizaciones mas curiosas de la humanidad de la que es patrimonio. Sobresalen los Mohais, estatuas talladas en piedra volcánica, erigidas sobre los ahu (plataformas de piedra). La visión de estas figuras alineadas de espaldas al mar es sobrecogedora, sobre ellos se ignora casi todo, como se transportaban o a quien representan, porque sus rasgos no son polinesios, cientos de ellos, que llegan a los 21 metros de altura se extienden por los toda la isla formando junto con los restos de construcciones y piedras talladas un magnifico museo al aire libre.
La civilización moderna apenas a llegado, los contactos históricos con los occidentales fueron desastrosos esclavistas, explotadores y enfermedades los diezmaron, pero lograron sobrevivir. Hoy solo un avión de Lan Chile cada varios días y un barco cada 3 meses los comunican con el resto de la humanidad, apenas hay turismo, los hoteles son modestos pero limpios y no habrá mas porque los nativos propietarios de terreno no dejan instalarse a las cadenas internacionales. Artesanos de verdad y no de souvenir cutre, te sorprenden con sus creaciones, gentes no contaminadas, buenas personas.