Adiós al Rex

Mediterráneo, 3 de junio de 2004
ADIOS AL REX
Quien no ha sentido alguna vez la magia del cine. Vivir aventuras, en lugares exóticos o grandes pasiones y generalmente acabar bien, en una cómoda butaca, en la oscuridad y con un sonido envolvente, comiendo palomitas o chocolatinas y junto a personas queridas, son un par de horas de distracción total y a veces de felicidad.
Desde pequeño tuve la suerte de experimentar esta sensación con mi paga semanal repartida entre películas, caramelos, pipas, turrón de viena, palomitas y coca-cola, me iba al cine de al lado de casa y veía su programa doble y el clásico nodo y podías repetir porque era sesión continua, si ibas “arriba” era mas barato y podías hacer el gamberro, porque “abajo” el aponsentador no dejaba pasar ni una, y su linterna acusadora era una tortura, al salir mirada atenta a las fotos del tablón para comprobar las imágenes que reconocias. Luego fui a cines mas lejanos y de mas categoría, con película única de estreno generalmente con alguna amiga, cuya cercanía me ponía nervioso y no me dejaba concentrarme del todo. Esos grandes cines de estreno, lujosos, bien decorados, con inmensas lámparas de cristal, dorados, molduras y adornos, butacas de madera y terciopelo, con aforos centenarios, y un hall y cafetería que anunciaban todo esto y con auténticos acontecimientos sociales: los estrenos era un acto especial, de fin de semana o noches señaladas. Pues para bien o para mal, esto como otras tantas cosas ha cambiado, hoy los multicines, con entrada por internet, da el servicio y aquellos grandes locales se ha convertido en todo tipo de cosas: multicentros, tiendas, oficinas o discotecas. Por ejemplo el antiguo cine Avenida acoge las magnificas oficinas de AFS.
En Castellón muchos recordaran el programa doble del Dore, Rialto, Capitol, San Pablo y los estrenos del Sindical, Astoria, Saboya, Avenida, Azul o Rex. Aquí me gustaría hacer un pequeño homenaje a mi amigo Alejandro Paya empresario cinematográfico y teatral de pro, dueño de muchos de estos locales que en 1996 inicia en nuestra ciudad la revolución de los multicines con los Rafalafena y en fechas pasadas despido al Rex que se convertiría en termas urbanas, la evolución es imparable.