Ideas graciosas

Mediterráneo, 16 de septiembre de 2004
IDEAS GRACIOSAS
A la gente le gusta divertirse, nunca he recibido más llamadas que en la última batería que publique de ideas graciosas, las he ido sacando de aquí y allá y alguna hasta se me ha ocurrido a mi solo, que raro; y el próximo verano más: Mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido, que abrirla y disipar la duda. Al jubilarse, tenía proyectos; haría esto, haría lo otro y lo de más allá, y en efecto, pronto se fue al más allá. De joven, creía que el dinero era lo más importante, ahora que soy viejo, se que es así. Un estudio económico revela que el mejor momento para comprar algo es el año pasado. Cada nación ridiculiza a las otras y todas tienen razón. El ingles o el alemán, hasta estando solo, forma una ordenada fila de a uno. Si quieres que hablen bien de ti, hazte el muerto. Habla, no dice nada, nadie le escucha, y luego todo el mundo está de acuerdo. Nunca des explicaciones, tus amigos no las necesitan, y tus enemigos no te creerán. Haz un círculo, acarícialo, y será un círculo vicioso. Si te debo un euro, tengo un problema, si te debo un millón, el problema es tuyo. Tolerancia es la molesta sensación de que al final el otro puede tener razón. Si uno se cae y los otros no se ríen, mala señal. La Gioconda sonríe viendo estúpidos que le miran. No sabes lo corto que es un mes hasta que pagas una pensión alimenticia. Hay mucha gente y pocas personas. Es una suerte que los bebes sean lavables. Un hombre no se siente viejo por los nietos, sino por estar casado con una abuela. La primera mitad de la vida aguantas a tus padres, y en la segunda a tus hijos. Pelmazo es al que le preguntan como esta y te lo dice. Cuando muera dejo mi cuerpo a la ciencia ficción. Todos decimos tonterías, pero los filósofos las dicen en serio. Si un hombre pide justicia, es que quiere que le den la razón. Si hablas a Dios, rezas, si Dios te habla a ti, estás esquizofrénico. AUFMERKSMMKEITSUERTEILUNG: capacidad que tienen algunas personas para prestar su atención simultáneamente a varias cosas a la vez. La psiquiatría es el único negocio con el que el cliente nunca tiene la razón. ¿Quién puede volver a meter la pasta de dientes en el tubo?. Trabajando durante ocho horas diarias puede que acabes por llegar a jefe y trabajar doce.