Relojes

Mediterráneo, 6 de julio de 2006
RELOJES
Uno de los muchos accesorios, que nos acompañan día a día, es el reloj, el tiempo hoy es lo más valioso que existe por lo que la máquina que lo mide es en consecuencia muy valiosa, primero por su utilidad, pero también puede serlo por su cualidad. Hay relojes de todos los tipos, los de pulsera, los clásicos de bolsillo, los rústicos de sol, los juguetones de arena o los horteras de cuco. Los primeros parecen datar de 3000 años antes de Cristo, en China ya se usaban relojes solares, después en Egipto y en Roma se usaban relojes de agua como antes en Babilonia; en el siglo III apareció el reloj de arena, y en el VIII el de contrapesas, hacia 1300 se implantaron en las iglesias europeas y en 1500 aparecían los de cuerda portátiles aunque de considerable tamaño. El de pulsera al estilo actual se atribuye a un encargo de la reina de Nápoles en 1812 y se sabe que en 1904 la casa Rolex lo pone en circulación. En 1949 surge el reloj atómico con una regularidad de un segundo en 300.000 años imbatible. En los setenta surge el digital de cuarzo como democratización de la exactitud, y de la ordinariez. En todas las épocas ha sido un objeto que revela status y gusto de sus propietarios, es algo que te revela mucho sobre la persona que lo lleva y cómo lo lleva. Los mejores son los manuales de cuerda, pero son incómodos, los automáticos están bien y los de cuarzo son cómodos, hoy está de moda los más grandes, de acero y cronógrafos. Coleccionarlos es una buena costumbre cultural a la par que económica, hay que procurar no volverse loco con el precio, aunque todo es relativo, se paga marca y complejidad, los más buscados: Patek Philippe, Breguet, Vacheron, Rolex, especialmente el Daytona, Hublot, Cartier, Breitling, Panerai, Audemars Piguet, Corum, Frank Muller; Iwc, etc. Todos son buenos si sirven para marcar momentos felices.