SOS NARANJA

Mediterráneo, 29 de marzo de 2007
SOS NARANJA
Una vida difícil, defectuosísima planificación, políticas sistemáticamente erróneas y una adhesión europea de compromiso, hacen que regiones históricamente esplendorosas por su riqueza agrícola se vayan al garete. Esta situación la vemos de primera mano en nuestra Comunidad y en nuestro cultivo tradicional: la naranja, que generó el mito del Levante feliz y mantuvo a su alrededor un alto nivel de vida, tener un campo de naranjas era estatus asegurado, los exportadores abrían mercados, y hasta este país, España se mantuvo gracias a las divisas que generaba lo único exportable que teníamos. Pero las tornas han cambiado, hemos llegado al absurdo que supone dejar morir el fruto en el campo porque es más barato que recogerlo (Ej.: Kg. de clemenules en campo de 4 a 6 céntimos, costes de producción medios: 24). La ministra del ramo Elena Espinosa considera que los ingresos de los productores son aceptables: de pena y Europa nos da otro hachazo a través de la reforma del mercado de frutas, con ayudas no ligadas en la producción y sí a la superficie de tierra cultivable. El futuro de los productores de cítricos valencianos es negro, la competencia del sur es dura, las ayudas pocas, si hiela malo, si no peor por la sobreproducción, los altos precios de algunas variedades causaron que se plantase sin previsión por mera inversión o especulación.
No conozco la solución, pero hace falta un golpe de timón, por los particulares y administraciones interesadas, cambiando estructuras productivas y de comercialización y sobre todo profesionalizando el sector. Ayudaría retomar una costumbre que siempre tuvimos en casa: todos los días tu buen vaso de zumo de naranja, lo más sano del mundo.