Problemas machistas

Mediterráneo, 4 de mayo de 2006
PROBLEMAS MACHISTAS
Tengo un amigo, ya saben, que tiene problemas, ¿y quién no? Los suyos se centran en las relaciones con su mujer, la convivencia es difícil, ella ve las cosas de un modo y él de otro y parece que no llegan a un punto de encuentro.
El pobre sale de casa a las 8 de la mañana, trabaja y trabaja, vuelve a las 8 o las 10, cansado y a veces harto, espera cenar y descansar, pero ella, que por supuesto también trabaja aunque sólo por la mañana, le reprocha que no ayuda, que no habla y que no le hace caso, así que el hombre calla y otorga porque lo último que le apetece es discutir, esto se ve como cierto desinterés que lleva a que se incrementen reproches y acusaciones, él sigue callado porque si replica será peor, ni que viniera de fiesta con los amigotes, si sólo va de casa al trabajo y del trabajo a casa y no hace nada malo, pero no sabe transmitirlo. Así que hay una ceremonia del desencuentro que se convierte en monotonía, agravada por la indudable tensión que crean las tareas domésticas, especialmente el cuidado de los niños que no siempre se portan como deben y que acaban crispando a la madre y ésta lo paga con el marido, que no sabe ser educador. Siglos de tradición errónea no se cambian de un día para otro. Los niños son lo primero, como debe ser, aunque nunca se debería olvidar a la pareja, ni perder al menos fuera un poquito de intimidad, no todo son nanos, pero qué culpa tienen las criaturas, si los mayores no saben disfrutar y trazar los cauces de una buena relación. La verdad es que mi amigo parece tonto, pero hay tantos millones de tontos, los hombres no aprendemos nunca pero ¿a que las mujeres mucha paciencia no tienen?