lunes, 30 de agosto de 2010

Acoso sexual

Mediterráneo, 17 de agosto de 2006
ACOSO SEXUAL
Se produce cuando alguien abusa de una posición de superioridad para obtener favores sexuales. Este problema siempre ha existido si bien hoy está reconocido y regulado, tradicionalmente lo han sufrido las mujeres pero también pueden padecerlo los hombres y normalmente el acosador no es un Adonis ni Demi Moore. No olvidemos que requiere la oposición del sufridor, no se debe confundir con el flirteo ni con las relaciones que legítima y placenteramente se pueden producir entre compañeros de trabajo aunque no sean recomendables porque generalmente acaban mal. Todos tenemos en mente algún refrán popular que no reproduzco por su crudeza. La situación clásica suele ser la del señor entrado en años que acosa a la chiquita mona que empieza su vida laboral, con la desagradable experiencia que puede traumatizarla y hacerle pensar que todo es igual en la vida, y no lo es, y que además redunda en perjuicio de la empresa por la mala imagen y por la falta de productividad que esto causa.
El individuo que realiza este tipo de acciones debería pensar cuatro cosas. Primera: que el artículo 184 del Código Penal tipifica su conducta como delito y le puede caer una buena pena. Segundo: La alegría que le dará a su mujer e hijos enterarse del cerdo que tiene como padre y esposo. Tercero: Lo que le gustaría que otro como él hiciera lo mismo con su mujer, cuando era moza o con su hija ahora. Y cuarto que seguro la perjudicada, tiene familia, padre, hermano, novio, que cuando se enteren igual no tienen unas palabras amables, sino que son más contundentes y el acosador además de feo y despreciable se puede quedar mellado y casi que se lo merece, por ser un tipejo despreciable.

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