viernes, 27 de agosto de 2010

La muerte

Mediterráneo, 11 de noviembre de 2005
LA MUERTE
Algo inevitable, que supone el final de la vida, a la que va indisolublemente unida y que nos afecta a todos aunque no queramos o sepamos darnos cuenta. La cultura occidental, científicamente avanzada, ha conseguido que la mayoría de las muertes se produzcan por causas naturales al llegar la vejez, el 25% de todos nosotros pereceremos así, es un problema cardiovascular, siendo viejos, se nos bloqueará una arteria, a través de las cuales entra y sale la sangre en el corazón, por lo que este no podrá bombearla, no nos llegará al cerebro y a los cinco minutos este falla, imposibilita la respiración y causa la muerte. Ese avance este hace que tengamos conciencia de invulnerabilidad, hay enfermedades y accidentes pero les pasa a otros con mala suerte. Si desgraciadamente nos golpea nos produce un shock para el que no estamos preparados y un trauma a veces difícil de superar, no ayuda la visión finalista que hoy tenemos de la muerte, un poco de espiritualidad y religión ayuda enormemente, al igual que el tránsito se haya producido de un modo placido y no traumático, todos querríamos morir mientras dormimos sin sobresaltos, degradaciones, ni agonías devastadoras. Nuestra cultura la asocia al dolor y al sufrimiento, otras la ven como una ceremonia que forma parte del ciclo vital de la naturaleza e incluso se celebra.
La muerte no hace más que culminar el proceso biológico del ser humano, es algo natural que debe asumirse porque nos pasará a todos. No lo afrontemos con desesperación sino con la satisfacción de haber aprovechado nuestro tiempo, haber sido felices el máximo de momentos posibles y haber dejado un buen recuerdo en nuestros seres queridos.

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