martes, 31 de agosto de 2010

REBRAGUETAZO

Mediterráneo, 11 de enero de 2007
REBRAGUETAZO
Cuando un hombre se casaba por interés con una mujer rica decía la voz popular y el diccionario de la Real Academia que había pegado un braguetazo. En este tema como en casi todos y muy especialmente en las relaciones de familia la evolución ha sido rápida y a veces sorprendente, hoy sería igual mujer con hombre e incluso personas del mismo sexo y tanto el matrimonio religioso, civil, zulú, la convivencia de hecho o el mero arrimarse, y los intereses multiplican sus tipos, no sólo económicos, los hay políticos, sociales o por fastidiar. Lo esencial es que, en ese alguien que tiene interés, subyace lo que se llama un gorrón/a, o sea que se beneficia gratis a costa ajena, la palabreja sale de los estudiantes medievales que vestían gorra y capa y tenían mucha hambre y ganas de divertirse y pocos dineros, así se colaban en las fiestas saludando a la usanza de la época que consistía en mover la gorra a todo el mundo, de ahí “gorrones”. Esta especie mucho más abundante de lo deseable prolifera e inventa nuevas formas para materializar su gorroneo, una de las más lamentables es el rebraguetazo, braguetazo indirecto o colateral que consiste en que hay un primo al que se le pega el primer sablazo, de tal manera que la primera lista se queda cubierta, y a ésta un tercero la braguetea a su vez, y así el primo se ve con dos gorrones por el precio de uno, objetivo cumplido, todos contentos y a vivir que son dos días, salvo la primera víctima que sólo le queda sufrir en silencio. Suena divertido pero no lo es tanto si vemos el trasfondo de gente con poca dignidad, a los que le toca esta lotería miserable. Requiere mucha cara, poca vergüenza y un pobre espíritu que se califica por sí mismo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario