lunes, 30 de agosto de 2010

Tapaell'ya

Mediterráneo, 22 de junio de 2006
TAPAELL´YA
La cocina española triunfa en el mundo, y hoy comemos magníficamente. Sin embargo nos falla lo que llamaría la externalización, es decir, se come bien aquí, pero no se come buena cocina española en el mundo. Es sorprendente que en cualquier ciudad encuentres restaurantes chinos e italianos y no españoles, que son poquitos y de dudosa calidad. Me gustaría saber porqué a los emigrantes españoles no les daba por poner un negocio de restauración, eso hubiera extendido la cultura española por el mundo, un restaurante es la mejor forma de hacer patria, define el comer, el vivir y el sentir de un pueblo. A algún político de la tecnocracia se le podría haber ocurrido establecer un restaurante de buena comida española en todos aquellos lugares donde hubiera embajada, como una sección más, igual que se les ocurrieron los paradores nacionales. En este tema sí que hay realidad nacional, cuando llegas a una ciudad extranjera lejos de tu casa y ves un restaurante español, sientes un cosquilleo y un patriotismo de desplazado muy satisfactorio, el fenómeno de las tapas parece que se va extendiendo y junto a locales clásicos y prestigiosos que existen en Nueva York, Londres, Singapur, etc., etc., se empiezan a difundir otros más informales, y que quizás marquen el comienzo de una deseable generalización. El otro día estaba en Glasgow y vi un local con el fantástico nombre que encabeza esta columna, mi hijo que llevaba una temporada en Gran Bretaña me exigió cenar comida española, entramos, local moderno, servicio amable, y una parejita flamenca amenizando el ambiente, además comimos bien y tuvimos tertulia española, y qué narices, acabamos todos con la añoranza y el "viva España".

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