Buenas personas

Mediterráneo, 1 de diciembre de 2005
BUENAS PERSONAS
Hoy me pondré sentimental y quiero reconocer y agradecer a todos los que desde el anonimato y a veces desde la multitud son buenas personas, a los que sin nombre ni por nombre se dedican a hacer el bien a los demás. En un mundo cada día más egoísta y materialista hay gente que sin esperar nada a cambio aporta cosas a los demás, los ejemplos son infinitos, desde el personal sanitario que a largo del mundo en ínfimas condiciones cura, los miembros de ONGs, religiosos altruistas, hasta cualquiera que haga favores desinteresados, o que simplemente sonría y haga las cosas con el corazón valorando a todos sus congeneres por igual, todos somos seres humanos, personas y si nadie es totalmente bueno o malo porque son términos relativos y las costumbres, las religiones o la ley de cada comunidad marca líneas a veces si que hay quien tiende más a un lado que a otro, y en esto nos lo marca el sentido común y los principios generales de la humanidad a través de experiencias, así en ningún sitio es bueno matar, robar, mentir, difamar o chismorrear y ¿que quieren? me interesan más las buenas personas, simpáticas, agradables, divertidas, responsables, honrados, leales, justas y positivas que las malas, desagradables, dañosas, miserables, negativas, hipócritas, mentirosas y negativas.
La opción de portarse bien o mal es de cada uno porque somos libres y son la inteligencia y la voluntad, las que nos diferencian de los animales, y las que nos encauzan en un sentido u otro, unas aptitudes nos perfeccionan y otras nos degradan.
Todo el tiempo que pierdes fastidiando a otro o deseándoles el mal, se volverá en tu contra, es tiempo perdido. Si tratas de hacer habitualmente el bien y vencer tu lado negativo, serás mucho más feliz y podrás llegar o ser una gran persona.