Mediterráneo, 3 de agosto de 2006
MÁS PROBLEMAS MACHISTAS
Una de las columnas que más difusión y controversia ha obtenido últimamente ha sido la que publiqué hace unos meses con este título, así que le voy a dar otra vuelta de tuerca.
Partía de los problemas que un amigo tenía en sus relaciones de pareja y concluía que era tonto, básicamente había perdido la ilusión y no conseguía ser feliz, su actitud debía ser errónea en algo porque acertar no acertaba, creía que debía trabajar mucho y mantener el nivel de vida de toda la familia, pero lo más importante no es el dinero sino el tiempo y la intensidad que le dedicas a los tuyos y ceder en lo que haga falta. Si carece de un espacio propio será que no se lo ha sabido buscar o lo ha cedido muy fácilmente, y qué más da si compartir es lo más bonito y no hay más cuartos de baño, ni televisiones y el despacho de casa del cabeza de familia es una tradición estúpida y decimonónica que hoy sólo sirve para que los niños jueguen al ordenador. Por otro lado las crisis las tenemos todos y algún achaque también, pero para eso el hombre es fuerte y debe superarlas sin muchas quejas ni incordiar a otros, si bien se agradece un poco de apoyo. Tampoco puedes pretender que lo que te guste a ti le guste a todos y no tienes porqué enfadarte. El tono dulce y cariñoso debe imperar, gritar y discutir es una ordinariez. Hay que procurar no equivocarse pero si no lo consigues, pedir perdón sinceramente viene muy bien. No hay que agobiarse, todo tiene solución. Si transiges un poco o mucho, al final hay buen rollito y cuando quieres a otros hay que adaptarse.
Ahora mi amigo es mucho más feliz y creo que su mujer también. ¿Será también más listo?
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