IGUALDAD REAL

Mediterráneo, 25 de enero de 2007
IGUALDAD REAL
Vaya por delante, mi más absoluto convencimiento de la igualdad entre sexos. Es evidente, justo y exigible que hombres y mujeres somos iguales, todos personas, buenos o malos se es con independencia del sexo, es innegable la discriminación histórica que han sufrido las mujeres y los avances que, de las sufragistas acá se han logrado, de lo cual me congratulo, siempre ciñéndonos al mundo occidental. En otras civilizaciones, a las que tanto respeto o miedo tenemos, lo dicho no vale para nada, allí las mujeres siguen estando maltratadas, discriminadas y mutiladas, pero a estas pobres nadie las defiende, las feministas furibundas callan, ¿resultará peligroso?. Nuestro país es cada vez más progresista, acaban de aprobar la ley de igualdad. La discriminación no suele ser buena pero quizás en esta tema se justifique, aunque lo deseable es un convencimiento social y una normalidad cultural en el tema. Lo malo es que podemos , como el péndulo, ir hacia el otro lado, la Ley Integral de Violencia de Género con buena intención consigue una mala reacción, la parte positiva que establece recursos asistenciales no ha logrado desarrollarse y la punitiva ha sido demoledora, discrimina a los hombres cargándose multitud de preceptos constitucionales, principalmente la presunción de inocencia, se están produciendo muchísimas detenciones por denuncias de malos tratos que a veces son recurso fácil que sólo persigue dañar, y esa denuncia falsa no acarrea ninguna consecuencia para su autora, inadmisible. Tolerancia cero a maltratadores, pero a los que lo que sean de verdad. La legalidad, la igualdad, la seguridad jurídica, la tutela judicial efectiva y sobre todo la libertad están en juego.