Dar las gracias

Mediterráneo, 18 de noviembre de 2005
DAR LAS GRACIAS
Uno de los factores que más caracteriza a las personas es su capacidad para ser o no agradecido, dar y decir gracias califica no solo la educación si no el corazón de la gente. La gratitud es el sentimiento que nos hace apreciar los beneficios o favores que nos hacen o se nos intenta hacer y nos impulsa a corresponder de alguna manera, mientras que la ingratitud es el desagradecimiento o desprecio por lo que recibimos. Siempre tuve el concepto muy presente, mi abuela me repitió y logro inculcarme que “es de bien nacido ser agradecido”.
El ingrato suele ser desagradable, ruin, soberbio, mal educado y al final insatisfecho por todo, las personas que son agradecidas suelen estar satisfechas con lo que tienen y están menos expuestos a sufrir males como la decepción, la frustración o la depresión, en general son más felices. De hecho las emociones positivas como la gratitud suponen un campo de estudio nuevo en la psicología. Hoy en día, como las cosas se hacen regular, estas agradecido hasta con quien cumple con su obligación, así un servicio correcto y amable es de agradecer, y no digamos si supone un esfuerzo extra. El agradecimiento se puede mostrar en infinidad de formas, con unas sencillas gracias, o con un regalo, con una propina en su caso o en general con cualquier gesto amable lo que no significa devolver el favor si no reconocer la generosidad ajena. Un ejercicio que recomiendo es que cuando vamos conduciendo, estemos relajados y cedamos el paso, señalicemos y en fin cumplamos las normas más allá de lo exigible, desgraciadamente veras como la mayoría no hace ningún signo de agradecimiento, pero que no les pese, el motivo es la propia satisfacción. Y claro, nobleza obliga, gracias a todos por el apoyo que recibo.