Socios

Mediterráneo, 22 de noviembre de 2001.
SOCIOS: LA UNIÓN HACE LA FUERZA.
La gente suele decir y creer que los socios no son buenos, que es mejor no tener ninguno y que si tienes alguno acabará engañándote, arruinándote y causando todo tipo de males.
Sin embargo no son las cosas tan radicales porque socios, como todo en la vida, hay de muchos tipos, buenos y malos, tontos y listos, honrados y sinvergüenzas. Es nuestro juicio a la hora de asociarnos el que nos marcará el acierto o el fallo de la persona con la que compartimos alguna empresa.
Yo he conocido socios muy trabajadores y honrados que han hecho funcionar perfectamente la sociedad, con beneficios. Otros, sin embargo, han sido o torpes o vagos o, lo que es peor, maliciosos que han hecho fracasar negocios fantásticos a priori, pero el fallo ha sido la percepción inicial a la hora de asociarse con personas erróneas.
Un criterio bastante bueno para decidir asociarse es la amistad. Hay que asociarse con gente a la que consideres amigos más que socios, y si bien a veces te equivocas creo que es casi imposible pelearse o enfadarse si valoras más la amistad que el dinero, si existe confianza, comunicación y una relación fluida sin recelos previos y obstruccionistas, y si siempre les apoyas, especialmente cuando las cosas van mal, ya que entonces tienes que demostrar tu solidaridad.
Con el paso del tiempo uno se vuelve más prudente y selectivo y le atrae menos cualquier tipo de aventura. Si has de asociarte piensa que puede ser para toda la vida, aunque luego las circunstancias mandan. Es una especie de matrimonio y por tanto sólo te cases-asocies si quieres a tu pareja-socio, y ten presente que hoy día existen múltiples actividades en las que luchar sólo es prácticamente imposible y que, la unión hace la fuerza.