martes, 4 de mayo de 2010

Afganistán

Mediterráneo, 27 de septiembre de 2001.
AFGANISTÁN
Es el país no africano más pobre del mundo. Viven veinte millones de almas, entre las cuales habrá buenísimas personas, pero también 50.000 talibán que desde 1996 ostentan el poder y que, además de la inadmisible protección a Bin Laden tienen muchas cosas de las que avergonzarse.
Por ejemplo la obligación impuesta a las minorías de llevar un distintivo en sus ropas para diferenciarse de los musulmanes (suena a nazis y judíos).
Destruyeron el pasado marzo los dos Budas gigantes de Bamiyan, esculpidos en roca entre los siglos IV y VI a. C. y que eran Patrimonio de la Humanidad. Antes habían incendiado la biblioteca del norte de Kabul que contaba con 55.000 volúmenes. Esto forma parte de su programa de destrucción de todas las obras de arte del país ¿?.
Pero la auténtica guerra la tienen contra las mujeres, a quienes han privado totalmente de cualquier derecho. El más mínimo error puede costarte la vida. Es obligatorio el burkha, una túnica de pies a cabeza con una tupida rejilla la altura de los ojos. Los zapatos han de ser especiales, para evitar hacer el más mínimo ruido. Infringir esto, pasear con un hombre ajeno a la familia, o mostrar un brazo en público permite que sean golpeadas y apedreadas en público. Los maridos tienen el poder de la vida y la muerte sobre sus mujeres.
No disponen de ningún servicio médico no tienen derecho a la educación ni al trabajo. No pueden cantar o reír, ni siquiera en sus casas porque alguien las podría oír desde la calle. Deben pintar la ventanas para que nadie las vea. Si enviudan sólo les queda morir poco a poco. Hay constantes suicidios femeninos y los padres matan a sus hijas para ahorrarles el sufrimiento que les espera.
La violación de los Derechos Humanos es hoy la peor del mundo según la ONU. Apelar a la cuestión cultural es injustificable.
Quizás ha empezado la guerra contra el terrorismo, pero existe otra causa muy justa que la Comunidad Internacional debe valorar para evitar el mayor desastre humanitario de nuestra época.

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