PHN

Mediterráneo, 21 de marzo de 2002
P.H.N.
Esta siglas tan misteriosas significan Plan Hidrológico Nacional, asignatura pendiente de Gobiernos Socialistas y del PP que por fin parece que se animaron a abordar y al que le están saliendo muchos inconvenientes. Contiene un tema fundamental para la Comunidad Valenciana y es el famoso “trasvase del Ebro”.
No soy un experto en recursos hídricos, como casi nadie, supongo que el P.H.N. tendrá cosas buenas y malas y que es una cuestión básicamente de técnicos que debería superar la problemática política y centrarse en intereses reales. Es un poco triste que tendencias partidistas busquen perjudicar a su propio pueblo a base de crear problemas económicos en vez de plantear alternativas reales si las tienen.
Considero que la ecología es una de las cuestiones a tener más en cuenta en nuestros días, hay que conservar la naturaleza para transmitirla a nuestros hijos, pero ello no está reñido con la evolución y el desarrollo racional, porque no es lógico que haya gente que no tiene agua potable y que grandes superficies de terrenos cultivables, especialmente en Alicante, se salinicen y se arruinen mientras hay agua que se pierde. Y nadie nos puede acusar de derrochadores, la Comunidad Valenciana con un notable déficit hídrico es líder en reciclaje de aguas residuales, y en sistemas de regadío de máximo aprovechamiento. Además el agua es necesaria para ayudar a la recuperación de joyas naturales como la Albufera y otras zonas húmedas que se están secando y sobretodo para la regeneración del río Segura, con una contaminación altísima. Empecemos pues a tratar de hacer las cosas bien, a construir y a funcionar y no desperdiciar posibilidades e infraestructuras de las que no vamos sobrados.
Hay una verdad que es incuestionable, si te paras en el Delta del Ebro cualquiera puede ver grandes cantidades de agua que se pierden en el mar, técnicamente el último año virtió 12630 hectolitros, cuando el P.H.N sólo requiere 1050 hectolitros al año, o sea que se tiran aproximadamente doce veces más agua de la que necesita el trasvase.
Repartir los bienes escasos como el agua es una exigencia de la solidaridad nacional.