martes, 4 de mayo de 2010

Gibraltar español

Mediterráneo, 27 de diciembre de 2001.
GIBRALTAR ESPAÑOL
No creo en guerras. No mataría a nadie, ni dejaría que me mataran a mi o los míos por cuestiones territoriales o nacionalistas, pienso que sólo el diálogo y la negociación pueden solucionar el problema, sin embargo desde pequeño hay una cosa que siempre me ha molestado, y es el tema de la última colonia Europea, Gibraltar, y cuando oigo esta palabra inmediatamente la uno a la palabra español.
El Peñón de Gibraltar fue invadido en 1704 por Inglaterra y en 1713, en virtud del Tratado de Utrecht, tras la guerra de sucesión española, fue cedido por España. En 1967 se aprobó la continuidad colonial por un plebiscito entre los gibraltareños. A partir de 1972 los dos países han iniciado en diversas ocasiones negociaciones para resolver el contencioso. En el tratado de Utrecht, sólo el artículo X se refiere a Gibraltar, el resto hoy no tiene ninguna vigencia, incluido afortunadamente el XI, por el que se cedía Menorca.
Incluso existe la tesis de la caducidad total del Tratado. En el citado artículo se cede la propiedad de la ciudad, castillo y puerto de Gibraltar pero sin jurisdicción territorial, y esto es una quinta parte de la hoy ocupado, hay pues una extralimitación flagrante. Al final se da a España la primera opción en caso de venta o enajenación de la ciudad, lo cual se incumplió en el referéndum de 1967.
Esperemos al ansiado acuerdo sobre la soberanía de Gibraltar entre los Gobiernos español y británico, dos países de la Unión Europea y la OTAN y acabar con una fuente de conflictos como el de la directiva sobre el tráfico aéreo y el de blanqueo de capitales o tráfico de objetos ilegales. Parece ser que el Reino Unido ha dejado de ser un obstáculo y estará dispuesto a la cesión de la soberanía. Pero con los gibraltareños, que aunque no tienen derecho legal a decidir, debería negociarse un estatus que les convenga, con ventajas económicas, sociales y políticas o las sanitarias y telefónicas que ya se les prestan, a cambio de solucionar el tema.
Y más vale un Gibraltar cosoberano, para luego pasar a ser un ente autónomo dentro de una España autonómica y plural que seguir siempre así. Me gustaría llegar a ver un Gibraltar español.

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