miércoles, 19 de mayo de 2010

Els prergrins de les Useres

Mediterráneo, 2 de mayo de 2002
ELS PELEGRINS DE LES USERES.
Este fin de semana tuve la fortuna de conocer personalmente algo de lo que me habían hablado mucho: “la peregrinación de Les Useres a Sant Joan de Penyagolosa”, de origen incierto, es un acto que trascendiendo su religiosidad tiene una gran importancia folclórica, cultural y social. Se compone del “grupo de los peregrinos” con su sombrero, bastón, túnica morada y rosarios en el cuello y al cinto de “les càrregues” que son el apoyo material de la peregrinación, con sus caballerías y “los otros” que por una promesa, afán deportivo o desafío personal les acompañan. Todos ellos recorren andando 35 kilómetros de ida, el viernes, y otros tantos de vuelta el sábado, salvando un desnivel de más de 1000 de altura.
El recorrido y horario están escrupulosamente establecidos, repartiéndose las paradas de modo que una persona físicamente normal puede hacerlo sin muchos problemas, si bien la subida de la Lloma de Bernat y la de Marinet se hacen especialmente duras, y más si la climatología (por frío o por sol) no acompaña, aunque la llegada a la preciosa pinada de Sant Joan el primer día y la finalización con la procesión de entrada a Les Useres compensan sobradamente el esfuerzo.
Para los más cómodos la peregrinación puede verse en varios lugares, al salir o llegar a Les Useres, en Sant Miguel, Sant Joan o Xodos. Así en la ermita de Sant Joan de Penyagolosa al anochecer con una impresionante luna llena reflejándose tras los pinos se hace un silencio sepulcral entre los asistentes se oyen los cantos de “o vere Deus”. En la zona de los porches cubiertos del patio espera la comitiva de recepción y llegan desde la cruz, la procesión con sus tenues faroles que producen una iluminación espectral y con el guía cantores, sacerdotes, clavarios, representante municipal y los doce peregrinos descalzos guardando entre si una distancia de unos diez pasos y besando el suelo ante la cruz procesional y el relicario, entran en la iglesia por la puerta principal donde multitud de velas, En la ruta se puede hacer un alto reparador en Vistabella en la tasca Pili, Odilon o el Pico, y en Les Useres nada como la casa rural la Ponsa, donde Ramón Forés y su simpática mujer Pepa hacen que te sientas en casa, con una gastronomía contundente como acredita su afamado tombet.
Tras esta magnífica experiencia sólo me queda una duda: ¿nadie de Canal 9 se da cuenta de la retransmisión tan plástica que podríamos ver?.

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