El hospital de Manolo

Mediterráneo, 18 de abril de 2002
EL HOSPITAL DE MANOLO
Hace unos días recibí una muy mala noticia: un amigo mío había recibido el mazazo repentino de una grave enfermedad (nuestro viejo enemigo el cáncer). Operación urgente y hubo suerte, como casi siempre se llega a tiempo y se vence, aunque no sin secuelas, así que cargado de mis mejores deseos me fui a verlo y llevarle lectura fácil que ayuda a pasar el rato. A él lo encontré animoso y sobrepuesto pero señores, me llevé una grata sorpresa con el hospital en el que tuvo la fortuna de ingresar y ser operado, el Hospital de la Plana de Villarreal, ¡vaya hospital!. Desgraciadamente he conocido muchos, pues creo que es el primero que transmite ondas positivas desde las instalaciones: modernas, limpias, estéticamente ejemplares, hasta la cosa más sorprendente que he visto en un hospital público: habitaciones individuales (creo que son 180) con cama para acompañante y cuarto de baño privado que te dan la intimidad que deseas en estos amargos trances, con unas vistas sobre los fértiles campos de la plana y una luz que anima a vivir.
Técnicamente posee unos medios de lo más avanzado tanto para el diagnóstico como para la terapéutica. Y los profesionales médicos me cuentan que son de lo mejor, y, desde luego a mi amigo le acertaron, las enfermeras y personal auxiliar con los que traté brevemente fueron muy agradables y humanos, bastante diferentes a lo que se suele acostumbrar en este tipo de centros, donde la masificación y el desentendimiento priman.
De este hospital dependen 33 poblaciones con un total de 150.000 personas que disfrutan de uno de los servicios fundamentales de la sociedad del bienestar, como es el sanitario de un modo privilegiado.
Manolo Martín, Ilustre Director de la magnífica Escuela de Hostelería de Castellón ¡mejórate!, y si me pongo enfermo, Dios no quiera, ¡ojalá me traten en Villarreal!. Pero lo mejor para todos será que no nos haga falta, así que fervientemente les deseo SALUD.