jueves, 23 de septiembre de 2010

SARAOS

Mediterráneo, 5 de junio de 2008
SARAOS
Hubo algún tiempo en que decían que esta ciudad era aburrida, aunque una venilla canalla siempre ha tenido. Hoy existen múltiples posibilidades culturales, cines, teatros, ópera, espectáculos deportivos, etc. Y por si esto fuera poco, se multiplican las celebraciones, actos sociales, inauguraciones, ferias, ágapes, presentaciones, saraos y fiestas de todo tipo, todos los días hay alguna o muchas y los jueves ya es la bomba. Decenas de líos por todas partes que revientan tu buzón y llenan tu papelera. Evidentemente las hay de todo tipo, a las que debes llevar algún detalle o a las que no, o incluso en las que el regalo te lo llevas tú, algunos, un poco patateros, huir de bolis y mecheros; unas son formales, tirando a rigurosas, y otras informales, casi rijosas, con catering impresionante o papas y olivas y lo peor, vaso de plástico con vino peleón; con música de fondo clásica, jazz o chill out o de cuatro desarrapados gritones y perforados que además se acopla; o sobre todo las que tienen buen gusto son simpáticas y rebosan glamour o las horteras sin paliativos, donde casualmente debes ponerte enfermo. Sirven de foro de encuentro y viene muy bien para saludar a viejos o nuevos amigos y conocidos, evitando siempre a los gorrones cuasi profesionales que se inflan de canapés y se llevan varias bolsitas, y a los gritones, que tras varias copitas elevan el tono, la euforia, el grado de fraternidad, la cercanía y las ráfagas salivares, si te agarran por el hombro, escápate corriendo. En todo caso uno debe estar contento de que se acuerden de él y tras asistir, agradecer la amabilidad del anfitrión y siempre seleccionar si te apetece ir o no. Ser consecuente y, se da por supuesto, educado.

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