Mediterráneo, 31 de enero de 2008
ROBOS
El que con ánimo de lucro, toma cosas ajenas contra la voluntad de su dueño comete un hurto, si emplea violencia o intimidación en las personas o fuerza en las cosas entonces está robando. En ambos casos es un ladrón y un chorizo y desgraciadamente en la sociedad actual abundan, desde las mafias de pseudo-mafiosos ex-militares del este, hasta los pequeños delincuentes de barrio, o todos aquellos que ven algo al descuido y lo trincan. Actualmente la permisividad legal supone que nos hayamos convertido en un foco de atracción internacional, especialmente para el primer grupo mencionado, auténticos profesionales, quizás con alguna guerra a sus espaldas para los que el orden establecido o la vida humana no valen nada. Siendo todos rechazables, lo más repugnate es cuando entran en casas, torturan, dan palizas y humillan, debe ser terrible y traumático, sentirte impotente ante estos salvajes contra los que parece que desgraciadamente lo único que se puede hacer es la autodefensa, estilo Canals donde se llevaron lo suyo o la resistencia con paliza estilo José Luis Moreno, y no es justo, no deberían entrar en el país o ser expulsados por la vía rápida o lo mejor, que se pudran en la cárcel. De momento sólo queda adoptar todas las precauciones de seguridad posibles, alarmas, cámaras, rejas, etc., y tener cuidado con quien metes en tu casa. Casi todos hemos sufrido esta plaga, si lo que se llevan es material y no hacen daño físico, casi hay que dar gracias, aunque se lleven cosas curiosísimas e inútiles para ellos, en este sentido me gustaría hacer una petición a un señor chorizo, ¿podría devolverme por favor el cheque de mi boda?
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