jueves, 23 de septiembre de 2010

ESCLAVITUD AÉREA

Mediterráneo, 29 de mayo de 2008
ESCLAVITUD AÉREA
En el mundo hay muchos grandes problemas como la guerra, el hambre, etc., que deberían tener prioridad a la hora de intentar solucionarlos, pero luego hay otros muchos de menor entidad que si se arreglaran nos harían la vida más agradable. Uno de estos es viajar en avión, aquí no se respetan leyes generales porque se han montado las suyas propias, con extraños y leoninos acuerdos internacionales que amparan todo tipo de abusos. Te tratan como animales, cualquier cetrino con uniforme se cree Napoleón e imparte órdenes con la autoridad de la señorita Pepis y de paso suelta toda su frustración. Te hacen estar dos horas antes, esperar otra hora una maleta que no llega y entonces reclama que da igual, porque si te dan algo es una porquería. Habla en inglés o atente a que te mire como tonto de capirote, apriétate aunque no te quepan las piernas, come basura por la que además ahora pagas, haz colas para subir, bajar y con perdón, mear, aguanta insulsas indicaciones de seguridad que si te estrellas no valen para nada. Lo último, los vuelos baratos se llevan la palma, corre, corre o no tendrás asiento y por supuesto el equipaje de mano no lo podrás guardar, viaja cargado, qué más da. Lo barato del billete se compensa con el robo del exceso de equipaje, sólo la maleta vacía ya pesa más de lo permitido. En conclusión, derechos no tienes ninguno, deberes todos. Sospechoso de terrorismo internacional pasarás cincuenta controles, te cachearán y te quitarán lo que le guste al segurata. Pero no hay alternativa, siéntete como un esclavo y aguántate o quédate en casa. Ánimo, se puede sobrevivir pero hay que tener muchas ganas.

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