jueves, 21 de octubre de 2010

YO SILBABA

Mediterráneo, 21 de mayo de 2009
YO SILBABA
Pues sí, tenía una costumbre, lo que me alegraba y proporcionaba cierto optimismo que creía transmitir a los que me escuchaban, pero ahora... solo lo puedo hacer poco, bajito y a escondidas, porque si sigo alardeando de mis trinos, ¡horror!, vendrá la SGAE y me querrá cobrar derechos de autor por silbar mis canciones favoritas. Dada la rigurosidad y caridad de dicha asociación me querrán cobrar igual aunque no gaste letra, no gane nada con mis tarareos, la canción sea anónima o con derechos de autor caducados e incluso si lo hago por una causa benéfica. Y debo estar muy escondido, porque se cuelan en todas partes, tienen espías, detectives, y gravan en la calle, autobuses, bodas, la verbena o en el último confín, eso si que es información y no la de los servicios secretos. Evidentemente los autores deben cobrar por lo que crean, lo que no está tan claro es que cobren por los CD’s vírgenes o el canon digital. Es impresentable en la sociedad de la información, y con la red, la libertad y el deseable acceso popular a la cultura. La recaudación hace falta para los autores y para el traslado de la sede de la SGAE desde el Palacio de Longoria al Palacio del Infante Don Luis de Boadilla que tiene un nombre más largo, aunque no se que pasa con los autores no inscritos ni con que sistema se reparte, supongo que Teddy Bautista o Ramoncín se llevarán mucho, puesto que mucho figuran, aunque canciones famosas se les conocen pocas. La avaricia rompe el saco y lo que en principio puede estar bien, cuando raya la usura está regular-mal. Espero que no se enfaden conmigo porque su multitudinario equipo de abogados demanda a todo quisqui y por si acaso, que sepan que ya no silbo ni al perro, ¿tendrá los ladridos protegidos?

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