GARZONADAS

Mediterráneo, 12 de marzo de 2009
GARZONADAS
¡Ah! La política qué complicada es, todos quieren ganar elecciones y para ello se exponen programas electorales, se hacen promesas que casi nunca se cumplen y en ocasiones se desprestigia al rival, que aunque no sea elegante puede ser útil. Así se buscan delitos, faltas, trapos sucios o costumbres del contrario que si son conocidos por el gran público pueden socavar su credibilidad. Si son ciertos, el interesado tendrá que hacer frente a sus responsabilidades sin olvidar que estamos en un estado de derecho donde la inocencia se presume y la culpabilidad hay que probarla. Pero lo que es inaceptable es seguir la máxima de “habla mal que algo queda” o sea, difundir acusaciones sin base, alegremente o incluso falsas, esto debería generar consecuencias para sus autores. Estamos acostumbrados a verlo ente políticos de partidos enfrentados, a veces se da incluso entre gente del mismo partido. Algunos medios de comunicación se suman a esta técnica y así venden más, es comprensible. Pero lo que rompe los esquemas es verlo por parte de un juez, el poder judicial no puede ni debe sumarse a luchas electorales. El juez Garzón tiene un tufillo oportunista que le ha salido mal electoral y personalmente porque sí habría que reprocharle su afán de protagonismo más propio de una estrella mediática que de un juez profesional, y sobre todo los años que llevan de retraso las causas de su juzgado, las últimas noticias de sus “sueldos” son muy peculiares. Y lo que más molesta es que para sus fines salpique a nuestra Comunidad y particularmente a Castellón, largando inconexas acusaciones a alguno de nuestros políticos acerca de que les han regalado ropita. ¡Suena a cachondeo!.