CRISIS OPINABLE

Mediterráneo, 17 de julio de 2008
CRISIS OPINABLE
La economía española está en una crisis, cuya intensidad y duración nadie puede predecir con seguridad. Tras la desaceleración suave, rápida, significativa y profunda ahora se llama deterioro y crisis opinable. La realidad es la caída más fuerte y súbita del PIB y del empleo que nunca hemos sufrido. Los tipos de interés, la inflación, el paro, el déficit exterior y la morosidad no paran de subir, la bolsa, el consumo interno y la inversión extranjera caen. Para hacer frente a todos estos gravísimos problemas se toman medidas efectistas, totalmente insuficientes. La austeridad será bienvenida, se congelará el sueldo de los altos cargos que crecerán en ineptitud, ya que los buenos se irán a la empresa privada, da igual porque su número ha crecido en un 55 % y hay muchos, la oferta pública de empleo se reduce un 70 %, después de hacer el último año una de las mayores de la historia y se recortan gastos corrientes. En total un 0,2 %, parece una broma. La cosa está clarísima, ya lo ha dicho el Banco de España: “el ajuste será largo y costoso si no hay medidas eficaces”. No hace falta ser un economista preclaro para ver algunas: hay que introducir liquidez en el sistema financiero, ajustar el gasto público, flexibilizar el mercado laboral favoreciendo la movilidad geográfica y sectorial, aumentar la investigación productiva, construir infraestructuras útiles, reducir las cotizaciones y los impuestos, rebajando el de sociedades y suprimiendo el de sucesiones y donaciones, mejorar la productividad, recortar el déficit exterior y liberalizar el sector energético reflexionando seriamente sobre la necesidad de energía nuclear. Éstas y otras más podrían realmente salvarnos, ¿las tomarán?.