NUCLEAR SÍ

Mediterráneo, 10 de septiembre de 2009
NUCLEAR SÍ
Hubo una época de eclosión ecologista en que el lema de “nucleares no” triunfó en Europa. Fue bonito, pero hoy las cosas han cambiado. Si queremos mantener un estado del bienestar con unas comodidades ya irrenunciables que necesitan energía, debemos pagarla y no somos ricos, su precio debe ser asequible a toda la sociedad.
Hay energías renovables, solar o eólica, probablemente las mejores, pero hasta 5 veces más caras, las derivadas de combustibles sólidos son las más contaminantes y menos productivas, hay que aprovecharlas todas, también la nuclear. No hay más, la cruda realidad, guste o no, es que hace falta prorrogar la vida de los reactores nucleares españoles y es deseable poner en marcha otros nuevos. Así lo piensan la mayoría de los países civilizados, incluyendo muchos de los que lideraron movimientos verdes como Finlandia, Suiza, Italia, Polonia, Bélgica, Holanda, Suecia, Reino Unido, los que siempre la defendieron como USA, Francia, o Japón. Y antiguos portavoces antinucleares como el padre de la ecología moderna: James Lovelock, el fundador de Greenpeace: Patrick Moore, y hasta el autor de nuestra moratoria Felipe González.
Qué sentido tiene no querer producir y comprarla a Francia con centrales pegadas a nosotros y además hay que quedarse con los residuos franceses, eso es estupidez o hipocresía.
Es más barata, es la que menos contamina porque no lanza Co2 a la atmósfera, nos independiza energéticamente y fomenta la industria nacional. Una de las medidas necesarias para salir de la crisis es una energía más barata. Hace falta, pues cuando antes mejor.