LA MÁS FEA

Mediterráneo, 23 de octubre de 2008
LA MÁS FEA
En las revistas de cotilleo que desgraciadamente alguna vez llegan a mis manos y yo pecador ojeo, en ocasiones sale algo curioso, por ejemplo casas de millonarios, a veces son bonitas y otras feas e incluso horribles. Es el caso de las de Carmen Martínez Bordiu , la casita del Príncipe y la número uno, la madre de todos los horrores decorativos: “La espectacular casa de la Baronesa Thyssen en la Costa Brava”, una exclusiva que parece una broma o que se han equivocado de casa y es una residencia mental y luego ves que no, que es la casa de Tita que ella misma ha decorado. A esta señora le tengo reconocimiento por la contribución cultural que ha conseguido para España. Cada cual tiene la educación, criterio y gusto que quiere o puede, el dinero puede ayudar pero no exclusivamente, algún consejo amigo hubiera sido bienvenido porque soslayando una entrevista infumable, cúmulo de obviedades, simplezas y cursiladas que ningún periodista firma, la casa que esta señora muestra, en un paraje paradisíaco y supongo que con un coste multimillonario es la condensación de fotos más petardera que pueda uno imaginarse, si una cosa es fea la otra peor, se van sucediendo miles de cachivaches, antítesis del gusto, la elegancia o simplemente la discreción, cosas de colores, cuadros naif, figuritas de cerámica, cristal o de lo que sea. Sale su casa y la que su hizo para su hijito Borja, de profesión “cero patatero”, debió ser una tortura para el pobrecito. Es una especie de estilo batiburrillo anárquico-naif, pop-rústico. Cuando parece imposible hay un cuarto peor que se llama Hollywood, nunca vi tantas horteradas juntas, me estoy mareando. Tita con mucho dinerito y esfuerzo ha conseguido probablemente la casa más fea del mundo.