EL REGALITO

Mediterráneo, 30 de julio de 2009
EL REGALITO
En este país, matar, violar o ser terrorista sale barato, ser ciudadano normal y deslizarse carísimo. Cada día hay más delitos “raros” y al final todo será delito, correr, beber, insultar a la señora, etc, etc, está bien, a ver si aprendemos, lo último hacer y recibir regalos a funcionarios: delito y gordo. No me refiero al cohecho puro y duro con el que se soborna para conseguir algo a veces ilegal que está castigado como debe ser. No es eso, es el regalito, por costumbre, educación, tradición que hace que casi todos seamos delincuentes activos o pasivos sin saberlo, porque funcionarios hay muchos millones, más que políticos, médicos de la Seguridad Social, abogados de oficio, profesores y maestros de cualquier ente educativo, desde párvulos a la universidad, notarios, policías, etc, etc, a los que de siempre se lleva desde la mejor gallina del corral para el señor doctor que había curado a Pepito hasta esa cesta navideña, que es de bien nacidos ser agradecidos, pero resulta que lo que eres es un corrupto, delincuente. No se podrá ni dar las gracias al probo currito que cumple con su obligación y resulta que en contra de la corriente lo hace bien y pronto, no será por eficacia ni esfuerzo personal, será porque está sobornado, so miserable.
La cortesía, delito, el agradecimiento más. En puridad no se podrá donar a ninguna fundación de los mismos o de sus viudos o huérfanos, nada, ni un duro. Y cuídense familiares y amigos de funcionarios porque para Navidad ni carbón, cumpleaños, ni mentarlos. Condenados antes del delito, funcionario igual a cero regalos de por vida, como se te escape uno, aunque sea pequeñito, de tu santa esposa y te haga mucha ilusión, el regalito es delito.