lunes, 4 de octubre de 2010

LA OTRA NOCHEBUENA

Mediterráneo, 8 de enero de 2009
LA OTRA NOCHEBUENA
En contra de mi posición general ante la vida, hoy voy a ser un poco tristón y es que a veces más vale reconocer la realidad, aunque sea amarga, que engañarse con falsos consuelos o escondiendo la cabeza. Los trances difíciles se solucionan sólo pasándolos y haciéndoles frente. Hay mucha gente para la que la Navidad y su día más señalado, la Nochebuena, no son fechas de alegría, y les vence la añoranza de tiempos pasados que al menos en su memoria fueron mucho mejores y es que hay acontecimientos en la vida que hacen que tras ellos ya nada vuelva a ser lo mismo, puntuales como la muerte de un ser querido o paulatinos como el paso de los años y el cambio de circunstancias, y aunque te empeñes en mantener la magia, el espíritu navideño que de pequeño caló en ti porque tu familia te lo transmitió ya no es lo mismo. Las familias de hoy no son, como casi nada, como las de antes, los jovencitos van “a su bola” y los mayores, algunos desgraciadamente ya no están, y aquella mesa preparada con ilusión, los villancicos desentonados con carraca y zambomba, el champán que era algo excepcional, los turrones y frutos secos hasta reventar, las misa del Gallo, las risas, las fiestas, la familia, ¿dónde han ido a parar?. Al menos ahora hay mensajitos SMS, cenas, TV (qué pesadez) y bueno, otro día más, la vida sigue. Para los que todo esto les deprime, seguro que tienen amigos y seres queridos, lo mejor aferrarse un poquito a ellos, para que consuelen tus penas pero procurando no transmitírselas porque entonces todos afligidos y es peor. A los que no están recordarles, agradeciéndoles lo a gusto que estabas con ellos, y con los que quedan tratar de conseguir tiempos mejores.

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