LA SIESTA

Mediterráneo, 3 de septiembre de 2009
LA SIESTA
Una de las banderas de la hispanidad, representación de un sistema de vida que a pesar de muchas estúpidas críticas, como aquella guía inglesa que decía que los españoles éramos vagos por la siesta, se ha demostrado que es muy sana y se ha exportado a medio mundo, así en Estados Unidos la llaman el “power nap” y lo adoptan sus principales empresas, se sigue en Latinoamérica, Oriente Medio, África del Norte, toda la cuenca mediterránea, Alemania, Asia incluyendo China, todos la siguen con mayor o menor intensidad. En nuestro país, y según Pikolín, resulta que los más siesteros somos los de la Comunidad Valenciana, es que tras la comida y más si es pesada como la nuestra, una cabezadita de media hora, no más porque si no te levantas de mal genio, se agradece mucho. Está científicamente demostrado que favorece la memoria, la agudeza mental, la resistencia nocturna, la circulación sanguínea, previene el estrés, aumenta el resultado laboral e intelectual y mejora la salud.
Mucho mejor en el sofá o en una butaca grande que en la cama donde puedes pasarte y es peor.
Su nombre viene de la expresión latina “hora sexta” y designa el tiempo comprendido entre las 13 y las 16 horas.
Para los menores de 5 años es imprescindible y para los adultos muy recomendable en todas las épocas pero en vacaciones sin engorrosas obligaciones es el sumum, paellita, sangría, buena compañía y conversación, y luego a la butaca, siempre a la sombra, relajación, pensamientos simpáticos y a dormir, un poquito de babita demuestra que has triunfado, cuando te despiertas estás de maravilla.