lunes, 4 de octubre de 2010

LA BOFETADA

Mediterráneo, 1 de enero de 2009
LA BOFETADA
Parece que vivimos en un mundo al revés y cada vez más, todo se criminaliza y la gente normal está sujeta a condenas por comportamientos, que si es bueno corregir con educación no se si lo es tanto hacerlo con sanciones, si no queremos llenar las cárceles de ciudadanos que ante un accidente, fatalidad o descuido acaben sufriendo gravísimas consecuencias, paradoja con asesinos terroristas, violadores, etc., que siempre se han considerado los malos, hoy tienen todos los derechos y salen o ni entran a la cárcel. El que tiene hijos sabe lo difícil que en ocasiones es tratar con ellos y si no es bueno pegarles, sí hay que educarlos, a veces castigarlos y quizás excepcionalmente darles un cachete. No es deseable pero sí comprensible, pues mucho cuidado porque hacerlo aunque sea una sola vez es maltrato. Te cuesta 45 días de cárcel y trece meses de alejamiento. Esto es un disparate totalmente desproporcionado porque no sólo olvida el sentido común y la finalidad rehabilitadora que según el art. 25 apartado 2 de la Constitución deben tener las penas, sino lo que es peor, daña al más necesitado de protección que es el propio niño, que si antes era difícil, tras trece meses sin su madre aún será peor, qué manera de romper una familia que además es modesta, madre sordomuda, padre mudo en paro, ¿cómo van a mantener dos domicilios? Si a todos los que han dado una colleja a sus hijos los castigaran, la mitad de la población o más lo sufriría. Esto exige una protesta social contundente y alguna medida excepcional que evite esta barbaridad, sin embargo a la fiscalía le parece poco y recurre la pena para que sea más dura, es increíble.

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