Repugnancia

Mediterráneo, 11 de noviembre de 2004
REPUGNANCIA ABSOLUTA
Hoy no voy a seguir la mayoría de mis costumbres, y escribo un artículo desagradable, que acaba mal. Es el asunto que el otro día, llegue a casa, tras una cena de compromiso sobre las 12´30 de la noche, lastima porque ya han acabado los programas deportivos que al final es lo que veo casi todos los días, así que más por costumbre que por convicción, enciendo la tele antes de dormir, hago zaping y resulta que en el primer canal hacia un programa de educación sexual donde los términos eran explícitos, y las descripciones tirando a gorrinaceas por ejemplo explicaban lo que significaba “clochina”, sin sutilezas a lo bestia, que desagradable, en el segundo las hormigas se comían a los cangrejos a los que se le pone la boca negra y les chorrea liquido blanco, asqueroso. En canal nou en el historico Tombola fusilaban a la pobre tía de uno que se acostaba con no se quien y que era de Carabanchel, en el peor sentido del término, kafkiano.
En otros canales, los que algún día pasaron por ser presentadores dignos, no tienen ninguna verguenza en recaudar a costa de la profesionalidad “la Mila” además de tirar los tejos a todos los macarras que se le cruzan, trata de meternos historias estúpidas y artificiales; el colmo llega con “el Sarda” que además tiene la hipocresía de largar discursos sociales para justificar su bazofia donde los gritos e insultos han superado cualquier interés. En ambos casos todo es artificial y preparado por productoras poco escrupulosas. A partir de aquí la selección de señoritas de mal ver en todos los canales, unas para que les llamen por teléfono, otras para que vayan a verlas, y las más no se sabe lo que hacen, pura serie negra, en el ínterin te intentan vender alguna estupidez. La repugnancia se sucedía canal tras canal hasta llegar a ser absoluta. La única solución apagar.